Crítica: Orquesta Filharmonia de Galicia en el Festival Bal y Gay
Al rescate de Bal y Gay
Obras de Bal y Gay y Beethoven. Orquesta Filharmonia de Galicia. Director: Maximino Zumalave. Teatro Pastor Díaz, Viveiro. 12 de agosto de 2022. Festival Bal y Gay.
Se abría este año la muestra con un concierto sinfónico dirigido a la Orquesta Filharmonia por su director asociado Maximino Zumalave, que se ha desenvuelto con su acostumbrada discreción, con un gesto suave y bien acomodado, no muy variado, aunque no exclusivamente metronómico. La Orquesta lo conoce bien, aunque no siga siempre sus evoluciones. Es un buen músico, también pianista, un permanente trabajador que nos ofreció en primer lugar una singular “Serenata para cuerdas” (México, 1943) de Xesús Bal y Gay, creador lucense que da nombre al Festival.
Música bien destilada, de sabio contrapuntismo, de escritura limpia y bien contrastada, con influencias de un domesticado Stravinski neoclásico y de acentos episódicamente bartokianos, que fue cuidadosamente cantada en el hermoso y nostálgico “Adagio”, donde se lucieron unos arcos en plenitud. Los más rápidos movimientos extremos quedaron expuestos con cordura y desarrollados con provecho, lo que estableció, según comenta Luis Suñén en sus notas, posibles parentescos con otros compositores como los británicos de lenguaje menos agresivo Holst o Vaughan Williams.
El concierto, celebrado en el Teatro Pastor Díaz de Viveiro el 12 de agosto, se completaba con una bien ritmada y explícita recreación de la “Sinfonía nº 7” de Beethoven, expuesta sin demasiadas florituras y escasa variedad de acentos y dinámicas. La seca acústica de la pequeña sala no ayudó precisamente a que la sonoridad fuera muelle y a que los distintos episodios se nos ofrecieran con la adecuada transparencia. En el clímax del desarrollo del primer movimiento echamos en falta un crecimiento más ostensible en busca del esperado clímax. Adecuadamente marcado el “Allegretto”, con su ritmo constante. Se hubiera preferido una más acusada dicotomía en los compases en los que se superponen los elementos temáticos. Nos gustó el tempo aplicado al “Presto”, razonablemente vertiginoso, y el aire con el que se impulsó el “Allegro con brio” final, en el que todo transcurrió sin fallos aunque de manera excesivamente plana. Arturo Reverter
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