Formidable “Ariodante” en el Real

“Ariodante” de Haendel. Christophe Dumaux, Kate Lindsey, Chen Reiss, Wilhelm Schwinghammer, Rainer Trost, Hila Fahima, Anthony Gregory. Les Arts Florissants. William Christie, director. Teatro Real. Madrid, 18 de marzo de 2018.

La presencia de William Christie con Les Arts Florissants siempre supone un acontecimiento, no en vano se trata de unos de los mejores intérpretes del barroco. En esta ocasión recalan entres ciudades españolas -Barcelona, Pamplona y Madrid- con una obra muy rodada, que ha sido ofrecida en otros puntos europeos y americanos con diferentes repartas y, en alguno de ellos, como Viena, con la suerte de poder disfrutarla en la estupenda versión escénica de David McVicar, lo que no sucede en ninguna de nuestras tres ciudades citadas. Christie, con muy buen criterio, ha tenido en cuenta que una cosa es una ópera representada y otra en concierto, por lo que la ha aligerado bastante desde las más de tres horas y cuarto de su duración a unas dos horas y media a base de cortar los ballets y casi todos los “da capo”. “Ariodante” fue la primera ópera que escribiera Haendel para el Covent Garden.

Siempre se admira en las direcciones de Christie su vivacidad y una personal e inigualable transmisión comunicativa, por más que sus tempos sean mesurados, más palpable cuando se pone al frente de Les Arts Florissants, la agrupación creada por él hace casi cuarenta años y posiblemente el mejor conjunto barroco para estos cometidos.

Es de resaltar que ninguno de los cantantes utilizó partituras en atriles. Kate Lindsey, la protagonista que da título a la obra, arrancó merecidamente grandes ovaciones tras “Scherza infida”, una de las arias más sobresalientes de las muchas contenidas y la que cerró la primera parte del concierto. Sin embargo, quizá aún se superó en el aria de coloratura del tercer acto –“Dopo notte”- pues domina perfectamente las agilidades. Sobresalen también sus brillantes agudos y sus graves redondos, así como una emisión sin problemas y un color vocal atractivo. La soprano Chen Reiss no perdió comba como Ginevra, un papel tan difícil como el de Ariodante, y también la llovieron los aplausos al concluir la segunda parte con “Morte, dove sei tu?” por su voz rica así como su expresividad. El contratenor Christophe Dumaux resultó un adecuado malvado Polinesso, resolutivo en las ornamentaciones, los trinos agudos y en los graves de pecho, pero lejos de la exhibición de Fagioli estos mismos días. El rol de Dalinda encaja más en una soprano lírica que en la ligera que es Hila Fahima, el veterano Rainer Trost quedó un punto fuera de estilo haendeiano frente a sus colegas pero se lució en su dúo con Dalinda. Por su parte el bajo Wilhelm Schwinghammer cumplió sin más con la enjundia que precisa el Rey de Escocia y correcto Anthony Gregory como Odoardo. Un último detalle: la entrada más cara para este mismo concierto en Pamplona eran 45€, mientras que en 191€ en Madrid. Gonzalo Alonso