Crítica: Franco Fagioli en el ciclo Grandes Voces del Teatro Real
Dos artistas en el metro
Obras de Schubert y Mozart. Franco Fagioli, contratenor. Orquesta Capella Cracoviense. Jan Tomasz Adamus, director de orquesta y órgano. Teatro Real. Madrid, 7 de noviembre de 2023.
Seguro que les extraña el título. Se lo explico. El Teatro Real ha presentado un concierto con el reclamo de Franco Fagioli, uno de los más destacados contratenores de la actualidad, acompañado de un conjunto de nombre Orquesta Capella Cracoviense. Había otra figura destacada, aunque en el programa no se anunciase y era el clarinetista Alvaro Iborra. Un solista que superaba con mucho al grupo de cámara y por el que tenía sentido -y eso si lo tenía- incluir en el programa el “Quinteto Stadler” para clarinete y cuerdas en La mayor KV 581 mozartiano. Contratenor y clarinetista son los dos artistas citados. Lo del metro viene por el resto de los músicos, más dignos de un concierto de final de curso de un conservatorio que de un concierto en el Real. Vamos que, exagerando un poco, recordaban los del quinteto a esos músicos que escuchamos de vez en cuando en el metro. De muy bajo nivel la concertino y también el resto, salvándose algo el chelo. Fue un placer escuchar y ver cómo disfrutaba tocando el clarinetista, un músico de verdad.
Entre aria y aria se tocó en la primera parte la “Sinfonía n.5” de Schubert a trozos, intercalando sus movimientos entre las arias. Todos ellos sin vida y, como en el quinteto, casi con sordina.
Franco Fagioli volvió a confirmarse como uno de los mejores contratenores existentes. Sus intervenciones no fueron muchas, como sí en su presentación en el mismo escenario en 2017, tan sólo cinco. Calentó voz en “La finta giardiniera” inicial, se lució en “Ah se a morir mi chiama” del “Lucio Sila” con un final a capella digno de todo elogio, por el uso de las dinámicas, la matización y las coloraturas. Toda una exhibición. Cantó muy bien el “Parto, parto, ma tu, ben mio” de “La clemenza di Tito”, una música ya más avanzada de Mozart que sus anteriores, pero sin poder evitar el recuerdo de Teresa Berganza en esta pieza. Más insulso en “Deh, per questo instante” de la misma ópera y con plenitud en el “Exultate Jubilate” conclusivo. Lo más ovacionado el “Lucio Silla”. Al final dos propinas, una cantata de Mozart y “Voi che sapete” de las “Bodas”. Fagioli y el clarinetista anónimo Alvaro Iborra merecían un mejor acompañamiento. Gonzalo Alonso
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