La magia de unas manos

Fecha: 2-VIII.2022. Lugar: Auditorio Kursaal. Programa: Exequias musicales SMV 279-281, de Heindrich Schültz; Historia de Jehfte, de Giacomo Garissimi; Stabat Mater, de Domenico Scarlatti. Conjunto musical: English Baroque Soloist. Coro: Monteverdi Choir. Director musical: Sir John Eliot Gardiner.

Sir John Eliot Gardiner inaugura la 83º Quincena Donostiarra

Sir John, como gran sabio que es, aplicando el lógico principio de antigüedad de nacimiento de los compositores presentados en el programa, cambió el orden que el papelín de mano llevaba impreso como diciendo que no se puede comprender a Carissimi o a Scarlatti sin antes haber pasado por la genialidad de Schütz. Este grandioso organista y renombrado compositor alemán, que tuvo el pseudónimo de Henricus Sagittaruis (Köstritz, Turingia), fue el gran predecesor de Johann Sebastián Bach con maestros como maestros a Giovanni Gabrieli y Claudio Monteverdi. Sus Exequias SWV 279-281, son un buen ejemplo de ello, máxime si el mago Gardiner, a través de sus manos aladas (sin el uso de batuta alguna como escribe en primera página un periódico guipuzcoano), nos llenó de una profunda emotividad a través de sus músicos y el coro, con una depurada afinación y unas modulaciones tímbricas llenas de efectismo y elegancia. Gardiner tiene tal respeto por los compositores que siempre dirige con la partitura delante. El cierre de esta obra con el fragmento Herr, nur dich habe Diener in Friede fharen hizo que el respetable aplaudiera con fervor y emitiera muy audibles vocalizaciones de agrado, braveando con ganas.

Con Giacomo Carissimi, ordenado sacerdote ya con avanzada edad y que tuvo como discípulos, entre otros, a Marc Antonie Carpentier y a Alessandro Scarlatti resultó otro tanto de lo ya dicho. Con la Historia de Jehfte el romano Giacomo Carissimi hace una elegante disección de este tema bíblico -sacado de ‘El Libro de los Jueces’ del Antiguo Testamento-, resultando especialmente lujoso el dúo del tenor Graham Neal, como Jehfte, con la soprano Charlotte La Thrope, que estuvo perfecta en el rol de hija de aquel. Compositor encuadrado en un barroco iniciático en la península itálica, fue unos de los pilares de la llamada Escuela Romana. Para la interpretación de este oratorio, en latín, Gardiner se acogió a la versión inglesa, preservando la lengua original, lo que le permitió dar una mayor participación de las voces solistas, dejando mucha presencia a las sopranos, altos, tenores y bajos. Esta obra, apenas conocida para el gran público supuso un especial deleite en la versión de John Eliot atento a todo cuanto requería la complejidad del canto.

Nacido en Nápoles y fallecido en Madrid, Giuseppe Domenico Scarlatti, alumno de Francesco Gasparini y caballero de la Orden Militar de Santiago, compositor de corte, con especial arraigo a la reina María Bárbara de Braganza, amén de autor de óperas y de alrededor de 500 sonatas. En la faceta coral destaca su Stabat Mater, a diez voces en polifonía renacentista y con un uso muy depurado de la técnica del canto a través de un elegancia explosiva del contrapunto. Aquí Gardiner dio de sí toda su gran capacidad de genio concertador con momentos de excelsa delicadeza, como fue el pasaje de Eja mater, Fons amoris, junto con un tronante y poderoso Amen postrero que hizo al público ponerse en pie para responderle con rotundos bravos e intensos y sonoros aplausos, que duraron unos siete minutos. Gardiner correspondió en señal de gratitud con una pequeña fracción de la ópera Il ritorno de Ulises in Patria, de Claudio Monteverdi. Manuel Cabrera