Crítica: El gozo polifónico con la Cappella Mariana en la Quincena Musical
CAPPELLA MARIANA
El gozo polifónico con la Cappella Mariana
Quincena Musica de San Sebastián
Fecha: 16-VIII-2021. Lugar: Claustro del Museo de San Telmo, San Sebastián. Programa: “Praga Rosa Bohemiae” con obras de Petrus Wilhelmi de Grudencz, Heinrich Isaac, Johannes Tourout, Giovanni Pierluigi da Pelestrina, Nicolás Gombert, Josquin Desprez. Intérprete: Capella Mariana, con los solistas Barbora Habátková (soprano), Tomáš Lajtkep (tenor), Martín Schicketanz barítono), Jaromír Noset (bajo), Vojěch Semerad (tenor y director artístico).
Cuando en el País Vasco hay algunos que creen estar en posesión de la esencia del arte canoro grupal, llegan cinco cantantes, procedentes de Praga, que nos dejan esa petulancia bastante bajita. Se hace así referencia al conjunto vocal Capella Mariana, integrado en esta ocasión por cinco voces [como se indica ut supra] provenientes todas ellas de la institución Collegium Marianum de Praga, en donde la excelencia del canto es una de sus reglas de oro. En esta ocasión se inició la velada con el motete Presulem ephebeatum del polaco Petrus Wilhelmi de Grudencz, quien fue y sigue siendo considerado toda una referencia en la cultura centroeuropea de la Edad Media, donde las cinco voces dieron buena muestra de cuanto bello nos esperaba gozar durante los 78 minutos de duración del concierto. Del citado motete nace la Missa Presulen Ephebeatum, escrita por el alemán Isaac Heinrich, quien estuvo a servicio del Sacro Imperio con los Habsburgo pasando luego al de los Medici florentinos donde los cantantes de la República Checa (o Chequia a secas) nos ofrecieron, a 4 voces el Kyrie, el Gloria, el Credo, el Sanctus y el Agnus, en tres estadios separados, resultando todo un decantamiento de gracia interpretativa el citado ‘Cordero de Dios’, tanto por el exacto empaste vocal, como por la correcta dicción del latín y por saber conjugar los efectos efecto melódicos escritos para casa una de las voces.
Tengo la plena seguridad de que la ingente obra, en la polifonía universal, de Giovanni Pierluigi da Palestina, como máximo exponente renacentista en la música sacra, con el desarrollo de contrapunto, junto con el español abulense Tomás Luis de Victoria, pues ambos traspasaron fronteras anunciando la pronta venida del expresionismo barroco. Capella Mariana nos hizo la ofrenda de cuatro breves piezas del italiano Surge, propera amica formosa mia, Quam pulcra es, Trahe me post te y Osculetur me -de la que hizo propina-. Y ahí estábamos todos los asistentes absortos escuchando semejante dechado de belleza interpretativa gracias a un canto polifónico cuidado en todos sus matices y en sus puntuales y equilibrados armónicos.
Claro que entre la polifónica alemana e italiana no podía faltar la francesa, cual llegó en broche final mediante el breve pero intenso en simplicidad tonal Stabat Mater del franco flamenco Josquin Desprez, en cuya composición de aprecia una construcción renacentista consolidada, principalmente en esta obra cantada a capella. Todo un regalo para los sentimientos, que las cinco voces checas supieron transmitir a un público entregado como al mostró al final con una grande y sonora ovación de varios minutos de duración. Manuel Cabrera.
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