Crítica: Hamlet, excelente reparto
HAMLET (A. THOMAS)
Gran Teatre del Liceu de Barcelona. 7 Marzo 2019.
Versión de concierto
Esta ópera de Ambroise Thomas se estrenó en 1868 en París y fue muy bien recibida, gozando de unos años de notable popularidad, para caer prácticamente en el olvido una vez entrado el siglo XX, siendo hoy en día una auténtica rareza.
En Barcelona se estrenó en 1882 y fue muy popular hasta el punto de llegar a alcanzar las 96 representaciones, aunque la última vez fue en 2003, es decir hace ya 16 años. Entonces fueron sus protagonistas Simon Keenlyside y Nathalie Dessay bajo la dirección de Bertrand de Billy. No pude ver la ópera entonces, siendo mi única experiencia teatral con ella la representación del año 2000 en el Capitole de Toulouse, en la que además de Nathalie Dessay pudimos ver el casi debut del joven Ludovic Tézier, que se alternaba con Thomas Hampson en el rol protagonista.
La obra a mí siempre me ha resultado un tanto irregular en términos musicales, con páginas de gran brillantez tanto para la soprano como para el barítono, aunque tiene notables altibajos y exige una auténtica representación escénica, no ya solo por la presencia del ballet, sino por el propio argumento, ya que las escenas de las apariciones de los espectros, la representación teatral del asesinato de Gonzaga o la propia escena final en el cementerio se prestan muy mal a una versión de concierto.
Es claro que esta ópera no puede ofrecerse sino contando con dos protagonistas de excepción en los personajes de Hamlet y Ophelie. Así fue en aquella última ocasión en este teatro y así ha vuelto a ser ahora, cerrándose el concierto con un buen triunfo vocal, especialmente por parte de los dos protagonistas de la ópera.
La dirección ha corrido a cargo del director israelí Daniel Oren, quien seguramente dirigía esta ópera por primera vez en su larga carrera. Su dirección ha sido buena, aunque se notaba su escasa familiarización con la obra, ya que Oren estuvo toda la noche con la cabeza metida dentro de la partitura. Su lectura fue un tanto premiosa, haciendo que la ópera se hiciera muy larga. Sacó un buen partido de la Orquesta de Liceu y también del Coro del Liceu, que no está demasiado exigido en esta ópera.
Hamlet fue interpretado por el barítono malagueño Carlos Álvarez. Hace falta un cantante importante para dar vida a este personaje que tiene mucho que cantar, aunque muchas veces ocurra que el triunfo es para la soprano. He encontrado a Carlos Álvarez en un muy buen estado vocal, siendo para mí lo mejor del concierto. Su voz sigue siendo muy bella y poderosa y cantó con gran expresividad. Muy buena actuación la suya.
La parte de Ophelie es fundamental para poder hoy en día ofrecer la ópera, ya que hace falta una importante soprano ligera para hacer frente a todas las dificultades de su escena de la locura en el 4º acto. Así como en la última ocasión fue su intérprete en Barcelona Nathalie Dessay, ahora hemos tenido a la alemana Diana Damrau, que tuvo una destacada actuación, siendo la triunfadora popular, aunque hoy en día no tiene la facilidad insultante por arriba que tenía hace unos años. En cualquier caso, sigue siendo una excelente cantante. Si no me equivoco, era su debut en el personaje, que volverá ofrecerlo en Berlín en unos meses, también en forma de concierto.
La sorpresa agradable del concierto ha sido la presencia de la mezzo soprano suiza EveMaud Hubeaux en el personaje de la reina Gertrude, en el que ofreció una voz atractiva y muy bien manejada, cantando con gran intención. En el pasado mes de Julio cantó aquí la protagonista de La Favorita y en esta ocasión su actuación ha sido claramente mejor que entonces.
El bajo francés Nicolas Testé dio vida a Claudius y lo hizo de manera adecuada, sin mayor brillo. Es más bien un bajo barítono que un puro bajo.
Sorprendía la presencia de Celso Albelo en la parte de Laërte, el hermano de Ophelie, ya que el personaje responde más bien a las características de un comprimario, que tiene muy poco que cantar. Lo hizo bien.
Los personajes secundarios fueron bien cubiertos. Ivo Stanchev interpretó el Espectro del Rey Hamlet. Rubén Amoretti fue un adecuado Polonius, padre de Ophelie y cómplice de Claudius en el asesinato del difunto rey. Enrique Martínez Castignani y Albert Casals lo hicieron bien como Horatio y Marcellus. Finalmente, los dos Enterradores fueron un notable Carlos Caza y un adecuado Josep Fadó.
El Liceu ofrecía una entrada algo superior al 80 % de su aforo. El público aplaudió con mucha fuerza las intervenciones de los dos protagonistas a escena abierta. Al final, hubo grandes ovaciones para los tres principales protagonistas, así como para Daniel Oren.
El concierto comenzó con 5 minutos de retraso y tuvo una duración de 3 horas y 27 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 47 minutos. Siete minutos de ovaciones.
El precio de la localidad más cara era de 292 euros, habiendo butacas de platea entre 154 y 232 euros. La localidad más barata con visibilidad plena costaba 62 euros.
Terminaré diciendo que salíamos del teatro cuando apenas faltaba 15 minutos para la medianoche. Creo que bien haría el Liceu en revisar su política de horarios, moviendo la hora de comienzo en función de la duración del espectáculo, como se hace en los grandes teatros de ópera en el mundo. José M. Irurzun
Fotos. A. Bofill
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