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Por Publicado el: 13/07/2024Categorías: En vivo

Crítica: I vespri siciliani, Das Land das Lächelns y Turandot en la Ópera de Zurich

I vespri siciliani, Das Land das Lächelns y Turandot en la Ópera de Zurich

I vespri siciliani, drama en cinco actos de Giuseppe Verdi (1813-1901), libreto de Eugène Scribe y Charles Duveyrier, traducción italiana de Arnaldo Fusinato. Ivan Repušic/ dirección musical, Calixto Bieito/ producción, Aida Leonor Guardia/ escenografía, Ingo Krügler/ vestuario, Franck Evin/ iluminación, Adria Reixach/ vídeo, Janko Kastelic/ coro Beate Breidenbach/ dramaturgia. Intérpretes: María Agresta/ duquesa Elena, Irène Friedli/ Nineta, Quinn Kelsey/ Guido de Monforte, Patrick Guetti/ Juan de Procida, Serguéi Romanovski/ Arrigo, Jonas Jud/ el padre Bethune, Brent Michael Smith/ Conde Vaudémot, Raúl Gutiérrez/ Daniel, Omer Kobilyak/ Tebaldo, Stanislav Vorobiov/ Roberto y Maximiliano Lawrie/ Manfredo, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich, Zusatzchor Opernhaus Zürich, SoprAlti der Oper Zürich y Kinderchor. 28 de junio de 2024

Das Land das Lächelns, Opereta romántica en tres actos de Franz Lehár (1870-1948), texto de Ludwig Herzer y Fritz Löhner basado en libreto de Victor Léon. Ann-Katrin Stöcker/ dirección musical, Andreas Homoki/ producción, Wolfgang Gussmann/ escenografía, Wolfgang Gussmann y Susana Mendoza/ vestuario, Thomas Bruner / asistente escenografía, Franck Evin/ iluminación, Tieni Burkhalter/ vídeo, Ernst Raffelsberger/ coros, Arturo Gama/ coreografía y Kathrin Brunner/ dramaturgia. Intérpretes principales: Piotr Beczala/ Príncipe Sou Chong, Julia Kleiter/ Lisa, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich. 29 de junio de 2024

Turandot, Giacomo Puccini (1858-1924), drama lírico en tres actos y cinco imágenes, libreto de Giuseppe Adami y Renato Simoni basado en una versión fragmentada de Carlo Gozzi. Robert Treviño/ dirección musical, Sebastian Baumgarten/ producción, Thilo Reuther/ escenografía, Christina Schmitt/ vestuario, Elfried Roller/ iluminación, Philipp Haupt/ vídeo, Janko Kastelic/ dirección coros, Sebastian Zuber/ coreografía y Claus Spahn/ dramaturgia. Intérpretes: Anna Pirozzi/ Turandot, Piero Pretti/ Calaf, Elbenita Kajtazi/ Liù, David Shipley/ Timur y Ping, Pong y Pang/ Xiaomeng Zhang, Cameron Becker y Nathan Haller respectivamente, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich, Extra Chorister, Zusatzchor Opernhaus Zürich, Statistenverin am Oper Zürich. 30 de junio de 2024

Anna Pirozzi en Turandot, Opera Zurich. @@thepinkstarsarefallinginlines

Anna Pirozzi en Turandot, Opera Zurich. @@thepinkstarsarefallinginlines

Poder escuchar dos óperas, I vespri siciliani y Turandot, y una opereta de Franz Lehár en tres días consecutivos 28, 29 y 30 de junio, con intérpretes de altísimo nivel, es un lujo que pocos teatros pueden ofrecer, uno es la Zurich Opera House.

El viernes 28 se levantó el telón de la quinta réplica de la nueva producción de I vespri siciliani, opera que entiendo como un canto a la independencia y a la legítima soberanía de los pueblos, que narra una historia de amor imposible entrecruzada con la sublevación de la ciudad de Palermo, a la que seguirá toda Sicilia, contra la invasión francesa en la segunda mitad del siglo XIII. La antiverdiana lectura escénica de Calixto Bieito, ambientada en la actualidad, parece fijarse únicamente en el brutal y repulsivo comportamiento habitual del poder invasor, olvidando el resto.

Abusos, sadismo, violaciones o ejecuciones tienen lugar entre blancos contenedores portuarios apilados formando distintas composiciones cambiantes en un escenario giratorio, en contraste con el predominantemente negro y sobrio vestuario. Ni las exigencias escénicas ni el, un tanto excesivo, volumen de la orquesta se lo pusieron fácil a los cantantes y al coro.

El difícil y largo rol de la duquesa Elena, tanto técnica y vocalmente como por la variedad de emociones que debe expresar, elevó a la soprano Maria Agresta a los más importantes teatros de ópera cuando lo debutó en 2011 en el Teatro Regio de Turín, durante las celebraciones del 150 aniversario de la Unità d’Italia.

La particular, flexible y expresiva voz de Agresta te incita a revelarte con ella con su apasionada cavaletta Coraggio, su coraggio; te emociona con su bellísima y sentida interpretación de Arrigo! Ah! Parli ad un cuore; y te sobrecoge al escucharle el brillante Bolero, Mercé, dilette amiche, sola, sin la presencia del coro de jóvenes sicilianas en escena, cuya parte está grabada, y acosada por cuatro esbirros de Monforte cubiertos con espeluznantes cabezas de jabalí, que tiran de los extremos del inmenso velo nupcial que se extiende por buena parte del escenario.

El barítono Quinn Kelsey interpretó con gran intensidad el desolador monólogo del tirano Monforte Sì m’abborriva ed a ragion!. En el tenso y muy violento, en esta producción, dúo con el hijo nacido de la violación de una siciliana, Arrigo, amante de Elena, interpretado por el tenor Sergey Romanovsky, que debutaba el papel, ambos cantantes dieron lo mejor de sí. Romanovsky tuvo que interpretar gran parte del cuarto acto, incluido su dúo con Agresta, encajado en un armario-ataúd vertical que hacía reverberar su voz.

Ante la repentina falta de voz de Alexander Vinogradov, Giovanni da Procida, y la dificultad de encontrar un sustituto, la dirección del Teatro tuvo que recurrir a un joven bajo alemán, Patrick Guetti, de la Deuche Oper Berlín. Guetti solo conocía la versión francesa de Les Vêpres Siciliennes, e interpretó su papel con gran éxito desde un lateral, mientras Vinogradov lo escenificaba, lo que supuso un reto añadido para el resto de cantantes.

En la masacre conclusiva, Bieito impulsa a los propios secuaces de Monforte a unirse a los insurgentes y ser los primeros en abalanzarse sobre él para acribillarlo con sus dagas.

El bajo alemán Patrick Guetti acaparó, junto a Maria Agresta, las más largas ovaciones de la velada.

I vespri siciliani, Das Land das Lächelns y Turandot en la Ópera de ZurichI vespri siciliani, drama en cinco actos de Giuseppe Verdi (1813-1901), libreto de Eugène Scribe y Charles Duveyrier, traducción italiana de Arnaldo Fusinato. Ivan Repušic/ dirección musical, Calixto Bieito/ producción, Aida Leonor Guardia/ escenografía, Ingo Krügler/ vestuario, Franck Evin/ iluminación, Adria Reixach/ vídeo, Janko Kastelic/ coro y Beate Breidenbach/ dramaturgia. Intérpretes: María Agresta/ duquesa Elena, Irène Friedli/ Nineta, Quinn Kelsey/ Guido de Monforte, Patrick Guetti/ Juan de Procida, Serguéi Romanovski/ Arrigo, Jonas Jud/ el padre Bethune, Brent Michael Smith/ Conde Vaudémot, Raúl Gutiérrez/ Daniel, Omer Kobilyak/ Tebaldo, Stanislav Vorobiov/ Roberto y Maximiliano Lawrie/ Manfredo, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich, Zusatzchor Opernhaus Zürich, SoprAlti der Oper Zürich y Kinderchor. 28 de junio de 2024 Das Land das Lächelns, Opereta romántica en tres actos de Franz Lehár (1870-1948), texto de Ludwig Herzer y Fritz Löhner basado en libreto de Victor Léon. Ann-Katrin Stöcker/ dirección musical, Andreas Homoki/ producción, Wolfgang Gussmann/ escenografía, Wolfgang Gussmann y Susana Mendoza/ vestuario, Thomas Bruner / asistente escenografía, Franck Evin/ iluminación, Tieni Burkhalter/ vídeo, Ernst Raffelsberger/ coros, Arturo Gama/ coreografía y Kathrin Brunner/ dramaturgia. Intérpretes principales: Piotr Beczala/ Príncipe Sou Chong, Julia Kleiter/ Lisa, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich. 29 de junio de 2024 Turandot, Giacomo Puccini (1858-1924), drama lírico en tres actos y cinco imágenes, libreto de Giuseppe Adami y Renato Simoni basado en una versión fragmentada de Carlo Gozzi. Robert Treviño/ dirección musical, Sebastian Baumgarten/ producción, Thilo Reuther/ escenografía, Christina Schmitt/ vestuario, Elfried Roller/ iluminación, Philipp Haupt/ vídeo, Janko Kastelic/ dirección coros, Sebastian Zuber/ coreografía y Claus Spahn/ dramaturgia. Intérpretes: Anna Pirozzi/ Turandot, Piero Pretti/ Calaf, Elbenita Kajtazi/ Liù, David Shipley/ Timur y Ping, Pong y Pang/ Xiaomeng Zhang, Cameron Becker y Nathan Haller respectivamente, Philharmonia Zürich, Chor der Oper Zürich, Extra Chorister, Zusatzchor Opernhaus Zürich, Statistenverin am Oper Zürich. 30 de junio de 2024

I vespri siciliani en la Ópera de Zurich

Sábado 29 de junio le tocó el turno a Das Land das Lächelns (El país de las sonrisas), una opereta que Franz Lehár escribió pensando en la voz de Richard Tauber, su tenor predilecto, que la estrenó en Berlín en 1929, y que hoy, sin duda, se la habría dedicado a Piotr Beczala, que inauguró esta producción de Andreas Homoki en 2017 y la ha interpretado en las sucesivas reposiciones.

En esta obra tardía Lehár mira a la ópera, a Puccini, y se olvida de la frivolidad de la opereta clásica vienesa, para plantear, como en Butterfly, el choque entre dos diferentes culturas que obliga a Lisa y al Príncipe Sou-Chong, sus protagonistas, a separarse a pesar de seguir amándose. Homoki recorta diálogos y suprime personajes secundarios, para centrarse en las diferentes situaciones que viven la joven vienesa, emancipada y moderna, y el diplomático y ministro chino, atado a la rigidez cultural de su país, una historia triste pero no trágica.

Los diferentes y contrastantes números musicales se suceden muy rápidamente, a modo de musical, lo que facilita la sencilla escenografía compuesta por una potente columna en la que se apoyan una o dos escaleras de revista, según convenga, una gran cortina negra brillante que delimita la escena y dos voluminosos sillones. Una propuesta conservadora y elegante en todos los aspectos, que supuso un respiro entre la brutalidad presenciada en I vespri, y la locura que estaba por llegar con Turandot.

Ann-Katrin Stöcker al frente de la Filarmónica zuriquesa fue una excelente acompañante de las voces, una correcta Julia Kleiter como Lisa y un Piotr Beczała pletórico que fascinó vocal y escénicamente, con su perfecto fraseo y su casi infinito fiato.

Por último, el domingo 30, asistimos la prima de la reposición de Turandot, estrenada en la anterior temporada, en la que deslumbraron los italianos Anna Pirozzi y Piero Pretti, junto a una estupenda Filarmónica de Zürich dirigida por el maestro Treviño, especialmente atento a los cantantes.

A telón levantado y mientras el público se acomoda, varios trabajadores con mono blanco trazan puntos, alineaciones, recuadros o el registro de los príncipes decapitados y el número del acto sobre una gigantesca hoja de papel blanco que cubre todo el escenario, base de la escenografía. La antigua China empieza por ser una colmena de abejas en la que reina Turandot y, según avanza la trama, se va transformando con guiños al movimiento futurista italiano y al surrealismo.

Así Calaf, no es por coherencia un “zángano”, sino una especie de Superman, Altoum aparece en un vehículo entre nave espacial y submarino, Turandot irrumpe en el escenario para exponer los tres enigmas en un ascensor hidráulico, una navaja gigante anuncia la decapitación del príncipe persa y unas manos enormes pululan por el escenario.

Anna Pirozzi, que ha interpretado en varias ocasiones el rol, en el Teatro Real hace un año con la dirección musical de Nicola Luisotti y escénica de Robert Wilson, lo ha interiorizado y hecho suyo. Con voz poderosa, aterciopelada, es quizá una princesa de hielo más persuasiva que autoritaria, altiva y distante, e interactúa constantemente. La vemos buscar y rebuscar entre papeles tratando de descubrir el nombre del príncipe desconocido junto al verdugo-abeja Pu Tin Pao, al que premia con “chuches” como a una mascota.

En su debut como Calaf, la voz de Piero Pretti brilló, segura, redonda, intencionada y rica en matices; lució sus impecables fraseo y legato en una emotiva Non piangere, Liù, y bordó la tan esperada Nessun dorma, que inició a cantar dirigiéndosela a la misma Turandot, presente en el escenario.

Primero y segundo acto se cerraron con grandes paneles que descendieron a modo de telón con frases alusivas a la enfermedad de Puccini y, tras la escena de la muerte de Liú, lo hicieron con las palabras de Toscanini el 25 de abril de 1926 en el estreno de la ópera, “Qui termina la reppresentazione perché a questo punto il maestro è morto”, contempladas por unos sorprendidos Turandot y Calaf, antes de la caída del telón.

El amor imposible que la duquesa Elena expresa con desolación pocos segundos antes del final de I vespri, “In fra di noi si opone una barriera eterna! (…) Io t’amo, ed esser tua giammai potrò!”, reaparece para ser aceptado con “una sonrisa” en la opereta de Lehàr, y pone punto y final a Turanot tras la muerte de Liù, sin dejar la más mínima posibilidad a un “lieto fine”.

Lucrecia Enseñat Benlliure

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