Critica: Inenarrable Strauss con Luisi
Inenarrable Strauss con Luisi
ORQUESTRA DE LA COMUNITAT VALENCIANA. Fabio Luisi (director). Programa: Obras de Strauss (Metamorfosis. Sinfonía Alpina). Lugar: Palau de les Arts (Auditori). Entrada: Alrededor de 1.490 personas (lleno). Fecha: Jueves, 8 junio 2023.
“Cuéntelo, diga lo que ha sido esto. La gente, España, se tienen que enterar del orquestón que tenemos aquí en València”. Palabras de un melómano tan arrebatado como el propio crítico tras el indescriptible monográfico Richard Strauss dirigido por Fabio Luisi (Génova, 1959) a la Orquestra de la Comunitat Valenciana. El acontecimiento, inolvidable, inenarrable, ocurrió el jueves, ante un Auditori del Palau de Les Arts abarrotado de aficionados que sentían exactamente lo mismo que el melómano aconsejador, que el crítico y que todos, músicos artífices incluidos, por supuesto.
¿Cómo hacerlo? ¿Cómo contar lo incontable sin el talento de un Machado o un Alberti, sin el dominio del verso y de la imaginación? Cualquier intento se antoja huero, inútil. El tópico acecha. El elogio, el loar las excelencias de la OCV, la dirección de Luisi… ¿Cómo contar la intensidad herida y desolada de Metamorfosis? “La mayor catástrofe de vida. Estoy destrozado”, escribió Strauss tras conocer que las bombas aliadas acababan de destruir la Ópera de Múnich el 2 de octubre de 1943. Siempre las bombas. La eterna canción. La “meditación fúnebre” que es Metamorfosis sirve para describir el dolor de la barbarie. En Múnich, en Ucrania, en Irak, en Vietnam, en Ruanda y Burundi… ¡De todas las barbaries que son, fueron y serán!
Del otro lado de la vida y de la muerte, en la segunda parte, tras la pausa para secarse la emoción de los ojos y el impacto en el alma, la luminosidad radiante de la excursión alpina. Noche y día. Luna y sol. Amaneceres y atardeceres. Horizontes y aire puro que huele a mierda de vaca. Cencerros y vientos. Hierba y cucos. Éxtasis. Escalada y cima. ¡Auf dem Gipfel! La vida sobre la muerte. La Naturaleza sobre la destrucción. La Sinfonía Alpina, gestada entre 1911 y 1915 “con la misma naturalidad con la que las vacas de los Alpes producen su exquisita leche”, escribe Strauss 27 años antes de la destrucción de la Ópera de Múnich, 25 años antes de ídem de la Ópera de Dresde. Música frente a misiles y ahora también putos drones.
Concierto indescriptible. Sí. En la inmensidad straussiana, el oboe de Christopher Bouwman cantó con belleza, temple y vocación descriptiva. Tanta como el centenar largo de colegas de atril que obraron el prodigio. Artistas, seres humanos antes que músicos. Desde el concertino a la banda remota que ubicada en el otro extremo de la sala evocó sonoridades de caza y fanfarrias. Todos a una. Un único palpitar y sentir. En el podio, Luisi guía el pulso de la naturaleza. Con fervor y apasionada claridad. Cuida detalles, calibra y hace respirar tan inmensas sonoridades. Máquina del viento y rumores lejanos. Sinfonía de onomatopeyas y sugestiones. Todos, músicos y platea, guiados por el podio maestro, compartimos una feliz excursión primaveral por los Alpes. Pero en el fondo del alma, habitaba indestructible el recuerdo inenarrable de Metamorfosis. ¿Cómo contar lo incontable? Disculpas. Machado y Alberti no estuvieron para narrarlo. Justo Romero
Publicado en el diario Levante el 9 de junio de 2023.
Fantastisch Christopher.!!
Wel een typisch spaanse, bloemrijke recensie.