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Por Publicado el: 14/11/2022Categorías: En vivo

Crítica: James Gaffigan con la Orquestra de la Comunitat Valenciana

Espectacular

Orquestra de la Comunitat Valenciana. James Gaffigan (director). Programa: Obras de Esplà (El sueño de Eros), Bernstein (West Side Story) y Prokófiev (Romeo y Julieta, selección). Lugar: València, Palau de les Arts (Auditori). Entrada: Alrededor de 1.300 personas. Fecha: Viernes, 11 noviembre 2022.

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James Gaffigan dirige la OCV. Les Arts (c) Mikel Ponce

Espectacular. Quizá sea este vocablo el que mejor defina el concierto ofrecido el viernes por la Orquestra de la Comunitat Valenciana y su titular, el estadounidense James Gaffigan. El éxito, ante un Auditori del Palau de les Arts que rozó el lleno, animosamente poblado por público joven, fue total. No era para menos: la OCV lució su alta categoría en un programa brillante y diverso, muy bien pergeñado en torno al amor y las visiones musicales del Romeo y Julieta de Shakespeare de Bernstein y Prokófiev. En ambas obras la orquesta titular del Palau de les Arts estuvo espectacular, brillante, perfecta, virtuosa…, con niveles de excelencia inéditos en el sinfonismo español.

James Gaffigan rozó el cielo en un West Side Story de referencia, cuyas danzas fueron apoteosis de color, ritmo, frescura y talento. Como contrapunto, la impecable versión de una selección del Romeo y Julieta de Prokófiev fue, también, fastuosa de sonoridad, pero epidérmica y parca en dramatismo, intensidad y hondura. El director neoyorquino planteó los ocho números seleccionados del ballet de Prokófiev con la misma espectacularidad y ligereza que lo hizo en Bernstein. La luminosa “felicidad” y desenfado de West Side Story son incompatibles con la visión dolorosa y hasta trágica de Prokófiev. USA/URSS. Fue, en cualquier caso, una lectura vistosa y enfática, fiel a la letra y de sobresaliente empaque orquestal e instrumental -superlativo toda la noche el flauta solista invitado, el extremeño Francisco López-, pero que se quedó en la corteza de una música que va más allá del decibelio y la perfección.

Fue el único pero a un concierto memorable, definitivamente espectacular, en el que Gaffigan hizo gala toda la noche de su incuestionable clase y dominio sobre el podio. Tuvo incluso el buen gusto de eludir un final del ballet y del programa a lo “Viva Cartagena” y cerrar la actuación con la quietud de la “Muerte de Julieta”. Todo un detalle, como también fue significativo que dirigiera West Side Story con partitura y la selección de Romero y Julieta de memoria.

También fue signo de buen gusto y de compromiso con el repertorio de la tierra y de la cultura de la Comunitat incluir música del alicantino Óscar Esplà, concretamente el olvidado poema sinfónico El sueño de Eros, obra que, además, encajaba como anillo al dedo a la temática de este programa cargado de sentido y agudeza programadora. Compuesto en 1911 sobre texto homónimo de Gabriel Miró y estrenado ese mismo año en Viena, la partitura rezuma aires wagnerianos cruzados con ese modo, tan mediterráneo y característico, que distingue casi toda la obra del creador de la Sinfonía Aitana. Gaffigan cuidó y mimo cada detalle de la partitura, en una lectura escrupulosa que dejó aflorar los mil y un matices y sutilezas que entraña siempre la creación, alambicada, regeriana y meticulosa, de quien fue y es uno de los grandes creadores españoles del siglo XX. Bravo a todos. Justo Romero

Publicada en el Diario Levante el 13 de noviembre.

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