La OCNE abre en plena forma

Obras de Elgar y Rachmaninov. Frank Peter Zimmermann, violín. Anush Hovhannisyan, Pavel Petrov y Anatoli Sivko, solistas. Orquesta y Coro Nacionales. David Afkham, director. Auditorio Nacional. Madrid, 24 de septiembre de 2023.

La OCNE abrió temporada en forma amigable. David Afkham y Miguel Ángel García Cañamero, titulares de orquesta y coro respectivamente, junto a miembros de ambas formaciones recibieron al público en la entrada, departiendo con unos y otros en una forma de ampliar la implicación. Buena entrada el domingo, sin llegar al lleno.

Frank Peter Zimmermann

El “Concierto para violín” de Elgar no puede llegar al oyente de la misma forma que el de violonchelo. Sus cuarenta y cinco minutos se hacen largos por una cierta reiteración debida al uso excesivo de temas del primer tiempo en los otros dos y en un final no resuelto. Ese “allegro molto” cambia radicalmente cuando parece haber llegado a la conclusión y retorna al lirismo del tiempo anterior antes de la peculiar cadencia acompañada final. Concierto estrenado en 1910 por el célebre violinista Fritz Kreisler con la Royal Philharmonic y el compositor al frente, que dejó otro enigma en la primera página “Aquí está consagrada el alma de …” y que pone al solista ante serias dificultades técnicas sin realmente un momento amplio de lucimiento que no sea virtuosismo, salvo en algunas frases del tiempo central. Frank Peter Zimmermann, bien conocido del público español, posee la técnica para superar tales retos y también un sonido grato, siendo más de admirar tales cualidades que la amplitud de volumen. Afkham dirigió con solvencia a una orquesta que sonó de forma espléndida. No hubo la propina al uso, por la longitud de la pieza y por sus dificultades para “enganchar” al respetable.

Tras la amplitud del concierto llegó en la segunda parte una obra más breve, pero mucho más ampulosa: “Las Campanas” de Rachmaninov, quien se jactó de haber “logrado el objetivo de hacer vibrar las campanas con emoción humana” en sus obras. Cuatro movimientos para exponer otras tantas situaciones de ellas, en la infancia, el amor, el terror y la muerte, que son conducidos por coro, tenor, soprano y barítono. Brillaron especialmente estos dos últimos, menos agobiados por la brillantez y el caudal sonoro que Afkham imprimió a la partitura, tanto en su parte coral como orquestal. Ambas formaciones cumplieron frente a tales exigencias, con una vibrante tercera parte, la del “Dies Irae”. El tenor Pavel Petrov luchó por dejarse oír en el primer movimiento, la soprano Anush Hovhannisyan pudo lucir una bella voz y matizar su intervención en el segundo y el barítono Anatoli Sivko mostró nobleza y redondez en un cuarto en el que también sobresalió el solista de corno inglés. Como siempre que las cosas se hacen bien y el sonido apabulla, el éxito acompañó esta apertura de temporada. Gonzalo Alonso