Crítica: Lohengrin, convertido en albañil bávaro
LOHENGRIN (WAGNER)
Lohengrin, convertido en albañil bávaro
“Lohengrin” de Wagner. Klaus Florian Vogt, Anja Harteros, Wolfgang Koch, Karita Mattila, Christof Fischesser, Martin Gantner, etc. Orquesta y Coro de la Bayerische Staatsoper. Richard Jones, dirección de escena. Lothar Koenigs, dirección musical. Bayerische Staatsoper. Munich, 21 de noviembre de 2019.
La producción que nos ocupa supuso uno de los mayores abucheos del público de los últimos tiempos en la Ópera de Munich. La protección al Estado de Brabante o la creación de una nueva sociedad se asimila a la construcción de una casa, lo que Richard Jones va realizando en cada acto hasta completarla ladrillo a ladrillo. Ocupa toda la escena y acaba siendo incendiada por Lohengrin al marcharse. El coro se queda sin sitio y canta siempre estáticamente. Elsa aparece con un mono de carpintero y Lohengrin con camiseta y pantalón de chándal. La música de Wagner ni encaja ni se lo merece. Peter Konwitschny también se inventó una historia paralela en un colegio para su ya célebre regia, pero aquello tenía su cosa, además de una dirección teatral, inexistente aquí.
Pero el apartado musical y vocal funcionó a las mil maravillas. Lothar Koenigs obtuvo un magnífico rendimiento de los cuerpos orquestal y coral de la Bayerische Staatsoper, quizá con una tendencia excesiva al abuso del volumen, absolutamente impactante en el tercer acto. Klaus Florian Vogt, Anja Harteros, Wolfgang Koch y Karita Mattila estuvieron a cada cual mejor. No puede encontrarse hoy globalmente un tenor más adecuado que Vogt como Lohengrin, por la facilidad con lo que lo canta y el color de su timbre de blancura angelical. La voz de Harteros se ha endurecido al pasar de lírica a spinto y la de Mattila ha perdido potencia, pero ambas abordaron sus respectivos papeles como las grandes artistas que son. Koch, por su parte, es hoy Telramund de referencia, por voz e intensidad interpretativa. También a buen nivel el rey de Christof Fischesser y Martin Gantner como Rey y Heraldo respectivamente.
Las aclamaciones finales fueron incesantes y entre el público había muchos aficionados españoles, seducidos por tres días sucesivos en lo que se verá este “Lohengrin”, “Die Tote Stadt” con Kaufmann y Petrenko y “Wozzeck” con Gerhaher. Munich es sin duda una referencia incuestionable en la Europa lírica. La entrada más cara para estos títulos es de 193€. Compárense espectáculos y precios con los españoles. Gonzalo Alonso
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