El Trío Ludwig abrió la temporada de La Filarmónica

LO CONTUNDENTE Y LO LÍRICO

Obras de Beethoven y Bruckner. Trío Ludwig. Orquesta Sinfónica SWR de Suttgart. Director: Eliahu Inbal. Auditorio Nacional, Madrid. 22 de noviembre de 2018. La Filarmónica. Concierto inaugural.

Para abrir su temporada La Filarmónica preparó un menú suculento constituido por el “Triple Concierto” de Beethoven y la “Cuarta Sinfonía” de Bruckner bajo la autorizada y veterana batuta de Eliahu Inbal, que, con toda su enorme experiencia a cuestas, acompañó con rigor y conocimiento a los componentes del Trío Ludwig: Abel Tomás, violín, Arnau Tomás, chelo, y Hyo-Sun Lim, piano, en la primera obra, y construyó una muy sólida y musculada versión de la segunda (en la habitual Edición Nowak, 1878/80).

De ésta buscó más el lado robusto, grandioso, catedralicio, de enorme amplitud, con más atención al manejo de los bloques sonoros que al lirismo de fondo o la matización colorista, de traslúcidos vitrales que se alojan idealmente en esta colosal “Sinfonía”, la llamada ”Romántica”, del compositor de Ansfelden. El director israelí conserva la claridad, el empuje, la expresividad de su gesto: una apertura de brazos, una súbita indicación de su mano izquierda levantan chispas y pueden provocar respuestas de un brillo lumínico extraordinario. Apoyado en los fastuosos y poderosos metales, algo rudos, no obstante, de la formación de la Radio de Stuttgart, edificó un estupendo movimiento inicial, bien contrastado y proporcionado, en el que se dibujaron con claridad los diversos grupos temáticos.

Procesional, profundo de ricas y germánicas sonoridades de la cuerda, con especial prestación del grupo de violas, que cantaron estupendamente, el segundo movimiento. Casi virulento el “Scherzo”, en donde la batuta no calibró adecuadamente las dinámicas y emborronó  sorprendentemente los “crescendi”. Aunque dejó abierta la puerta al toque pastoril en el Trío. En el “Finale” se acentuó el desmelenamiento con “tutti” de enorme contundencia y hubo escaso lugar para el refinamiento tímbrico. Bien construida, a falta de una mejor administración de planos y de una mayor clarificación, la coda.

Los tres componentes del Trío Ludwig –que grabaron la obra hace años con la Orquesta de Galicia y Víctor Pablo Pérez– acertaron en su interpretación del “Triple Concierto”, tan largo y repetitivo como bello y enjundioso en sus ricas combinaciones instrumentales. Arnau Tomás mostró la pastosidad de su sonido, redondo y pleno; su hermano Abel la elegancia de su fraseo, a partir de una presencia tímbrica menos seductora, y la pianista Hyo-Sun Lim evidenció gracia y finura en una parte menos comprometida. Arturo Reverter