Crítica: La luz del Ensemble Melante
CUARTETOS DE PARÍS (TELEMANN)
La luz de Melante
CONCIERTOS EN LA BENEFICÈNCIA. Salón de actos Alfons El Magnànim. Ensemble Melante. Programa: Cuartetos de París, de Georg Philipp Telemann. Lugar: Centro Cultural de La Beneficencia. Entrada: Alrededor de 90 personas. Fecha: Domingo, 23 junio 2019.
Distraída entre óperas de relumbrón y grandes conciertos sinfónicos, la vida musical valenciana ofrece también otras muchas citas de no menor interés. Como la que el domingo tuvo lugar en el neobizantino salón de actos del Centre Museístic La Beneficència, donde el grupo Ensemble Melante ofreció un monográfico sobre la serie de “Cuartetos de París”, compuestos por Georg Philipp Telemann en 1730, y que gozó de enorme predicamento en la Europa de su tiempo, especialmente en el París de 1737, adonde el compositor alemán llegó en septiembre de 1737 con el propósito de solicitar expresamente a Luis XIV el respeto de sus derechos de autor y el privilegio real de hacerlos valer en Francia, tras comprobar las numerosas ediciones plagiadas que se sucedieron en París como consecuencia del enorme éxito de estos seis cuartetos para traverso, violín, viola de gamba o violonchelo y bajo continuo (contrabajo y clave), que deben su nombre precisamente a este hecho.
Integrado por virtuosos instrumentistas de diversos orígenes (desde la Valencia de Venezuela a la “València del Cid”; desde Cáceres hasta Guadassuar), el Ensemble Melante se reveló como un conjunto bien engrasado, con ese empaste consecuencia evidente del meticuloso trabajo camerístico y de sus intrínsecas calidades individuales. En su actuación matinal del domingo, convirtieron cada nota del programa en la esencialización de una pasión por los pentagramas que tienen entre manos, algo que prende feliz e inevitablemente en el oyente atento.
Sus instrumentos, réplicas de viejos antecedentes, se escuchan con equilibrio, calidez, colores y calidad. Desde su añeja sonoridad, el flauto traverso de la cacereña Ana López estuvo siempre atento e involucrado en los restantes instrumentos de cuerda y el clave, en un verdadero concepto camerístico a cuyos estupendos resultados en absoluto fue ajeno el soporte seguro de un bajo armónico a cargo de la clavecinista Ana Moreno y el contrabajo del guadassuarense Juan Perfecto Osca.
La cercanía del Ensemble Melante con la música de Telemann asomó en cada instante del programa. De hecho, los “Seis cuartetos de París” de Telemann protagonistas de este concierto ya habían sido grabados el pasado mes de julio en el Auditori de Guadassuar y recogidos en un valioso doble álbum imprescindible en la moderna discografía de Telemann. En el programa del domingo, el Ensemble Melante (cuyo nombre responde al que utilizaba en ocasiones el propio compositor) figuraron los dos extremos: el primer y el sexto. La belleza barroca de esta música que apunta al futuro es arrolladora, incluso embriagadora. Hay detalles tonales, métricos y rítmicos realmente avanzados, como en el “moderado” movimiento final del Cuarteto en mi menor, que delata una imaginación musical libre y futurista que casi hace presente la música inminente de Mozart, Haydn y hasta del Beethoven rompedor de los cuartetos más avanzados.
El concierto fue apenas seguido por un centenar de personas. El buen tiempo y la hora (12:45 hs) no contribuyeron a que se completara el aforo. La mañana del domingo veraniego parecía querer mirar más a la playa que a las penumbras de la postiza capilla añadida al antiguo convento agustino. Sin embargo, la luz de la gran música de Telemann, alumbrada en el salón de actos Alfons El Magnànim por sus fieles intérpretes del Ensemble Melante, no fue menos radiante y luminosa que la que se disfrutaba a la misma hora en la vecina playa de La Malvarrosa. Justo Romero
Publicada el 25 de junio en el diario LEVANTE.
Últimos comentarios