Crítica: Antonello Manacorda dirige la Orquestra de la Comunitat Valenciana
Fantástico, Fantástica
Orquestra de la Comunitat Valenciana. Cor de la Generalitat Valenciana. Antonello Manacorda (director). Programa: Obras de Palau (Homenaje a Debussy), Debussy (Nocturnes) y Berlioz (Sinfonía Fantástica). Lugar: Palau de les Arts (Auditori). Entrada: Alrededor de 1.400 personas (lleno). Fecha: Viernes, 24 marzo 2023.
Había expectación por volver a ver a Antonello Manacorda (1970) al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana. El formidable recuerdo dejado por el maestro turinés en su anterior actuación, en mayo de 2021, cuando dibujó una versión de El mar de Debussy plena de evocaciones y peso específico, presagiaba lo mejor en su nueva visita, en esta ocasión con un programa también de aromas franceses, que aunaba con tino la Sinfonía Fantástica de Berlioz con los Nocturnos de Debussy y el afrancesado Homenaje a Debussy que compone el valenciano Manuel Palau en 1929 con mirada a Debussy y acentos decididamente fallescos.
A nadie decepcionó en esta nueva y esperada visita, en la que Manacorda firmó una versión personalísima y muy singular de la Sinfonía Fantástica, que se escuchó desmenuzada y reconstruida desde unos presupuestos indagadores y novedosos, con el punto más cuestionable de la lentitud extrema de la Escena campestre, compensada con la claridad y detalle con que se percibieron los infinitos registros, colores y audacias instrumentales que plagan esta página maestra y clave en la historia del sinfonismo. Más dibujada que cantada, más enfatizada que rubateada. Manacorda, ilustrísimo violinista además de maestro director, supo sacar partido del formidable instrumento que tenía ante sí y brindó una versión de intenso lustre sinfónico, en la que las dúctiles calidades y cualidades de la OCV brillaron con intensidad luminosa.
Todos y cada uno de los profesores de la orquesta titular del Palau de Les Arts, desde la excepcional corno inglés -ya antes, en Debussy, había lucido su categoría instrumental y artística-, al arpista principal -ambas arpas situadas delante de la orquesta-, timbales y percusión, solistas de viento, cuerda… No hubo un lunar, ningún garbanzo negro en una orquesta crecida hasta el infinito frente a la que se interpretó esta misma obra en el concierto de presentación de Omer Meir Wellber (23 abril 2010). Manacorda extrajo lo mejor de una centuria que, hoy como ayer, es modelo puntero e incomparable en el renovado sinfonismo español.
Antes, maestro y maestros instrumentistas dieron vida a unos Nocturnos de Debussy cargados de sensualidad, matices y tintes intensamente impresionistas. Versión que en el último nocturno, Sirenas, se enriqueció con la intervención, tasada pero certera, de las “maestras” del Cor de la Generalitat, que se escucharon tan bien como cuando entonaron estos mismo compases bajo la dirección de Gianandrea Noseda junto con la Orquestra de València (enero 1997). Como no podía ser de otro modo, el entusiasmo de todos se desbordó al final de tan fantástico concierto. Inolvidable. Justo Romero
Publicada el 26 de marzo en el Diario Levante.
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