Critica: ORCAM, héroes con lado oscuro
ORCAM: héroes con lado oscuro
Critica de clásica / Auditorio Nacional
Obras de Beethoven y Brahms. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Jóvenes Cantores de la Comunidad de Madrid. Director del Coro: Félix Redondo. Maestra de Jóvenes Cantores. Dirección musical: Víctor Pablo Pérez. Auditorio Nacional, Sala Sinfónica, Madrid. 26-II-2019.
Como aquellos estudiantes que durante el verano comenzaban a estudiar la materia del curso siguiente, la ORCAM inició el año natural adelantándose al aluvión que nos espera la temporada que viene –cuando se celebre el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven– con un ciclo sinfónico completo que mantendrá ocupada a la orquesta en cinco etapas hasta el verano. Tras el arranque con las dos primeras incursiones del de Bonn, llegaba el turno a la segunda etapa que avanza en orden cronológico. La visión de Víctor Pablo Pérez de esta Tercera Sinfoníase antoja un punto más dramática de lo habitual, con mayor peso en ese Romanticismo que ya anunciaba la armonía de su anterior opus sinfónico que en el ancla clasicista que se aleja por el retrovisor. Se obvió la rusticidad y la grandeza de algunos fragmentos del primer movimiento, así como buena parte de los aspectos relacionados con la transformación inevitable del hombre, todo ello para fijar la mirada en el lado oscuro de ese héroe improbable, esa zona ambigua de sombras musicales que se manifiesta entre renuncias a la estética de Haydn y hallazgos creativos a futuro. La ORCAM se mantuvo fiel a la idea propuesta por Pablo Pérez con un viento madera capaz de las mejores dinámicas, tuttibien planificados y una huida manifiesta de los excesos decibélicos.
También de suficiente vuelo fue le lectura y el rendimiento de la ORCAM en la Cuarta Sinfonía, una partitura lastrada por su obligación a subsistir entre impares gigantescas. Aquí la escritura está lejos de continuar siendo esa crisálida necesaria de la Heroica, pero una sabia elección de balances y la enérgica intervención de los metales dibujaron buenas intenciones, a pesar de puntuales problemas de afinación (ese final…). El director burgalés mantuvo la tensión en los momentos complicados, en particular en ese Adagioque parece desarticularse solo si no se cuida. Con todo faltó algo de brillo, en particular en unos violines segundos demasiado opacadados para su importancia estructural.
Como inesperado cierre de programa se interpretó Gesang der Parzende Brahms, una pieza que pillaba a trasmano después del aquelarre final de la sinfonía, con una difícil transición no sólo de discurso sino de espíritu. Ya ocurrió con Tristiaen la primera jornada. El coro de la ORCAM debe tener un espacio pero en ocasiones éste se fuerza al extremo. El conjunto coral, acompañado de unos notables Jóvenes Cantores, demostró trabajo y matiz en los fragmentos que se lo permitieron. Mario Muñoz Carrasco
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