Crítica: El piano iluminador de Leonskaja en la Quincena
ORQUESTA SINFÓNICA DE GALICIA, ELISABETH LEONSKAJA
El piano iluminador de Leonskaja
Quincena musical de San Sebastián
Obras de Brahms, Rachmaninov y Chaikovski. Elisabeth Leonskaja, piano. Coro Easo. Orquesta Sinfónica de Galicia. Director: Dima Slovodeniuk. Kursaal, 19 y 20 de agosto de 2021. Quincena Musical
Nada más empezar el “Concierto para piano nº 2” de Brahms nos dimos cuenta de algo ya sabido: la calidad del sonido, redondo, terso, cálido que extrae del instumento Elisabeth Leonskaja, veterana fraseadora, artista singular, expresiva y comunicativa. Es cierto que nunca ha sido una precisa muñidora y que sus dedos pueden no acertar siempre con la nota exacta; pero no lo es menos que su arte compensa cualquiera de los posibles fallos, tampoco excesivos en esta ocasión. Incluso nos dio una demostración en muchos pasajes de su temple en la reproducción de las tempestuosas octavas del primer movimiento y de los impetuosos trinos que lo adornan.
Fue singular la manera en la que la pianista supo dar a cada uno de los cuatro tiempos el carácter y dicción, la línea y el contorno exigidos: nervio, tensión, energía en el primero, agilidad y destreza en el segundo, “cantabilità” en el tercero y ligereza en el cuarto; siempre con la sonoridad pertinente y el conveniente juego de “sforzandi”.
Aplausos para la generosa aportación de la chelista, elegante y calurosa, en el solo del tercer movimiento. Y para la colaboración desde el podio de Slovodeniuk, un director preciso, de amplios brazos, de gesto imperioso y claro, de mando autoritario pero no rígido, que acompañó con cuidado y dejó campo para el lucimiento de la Sinfónica de Galicia, una formación compacta, sin fisuras, equilibrada en todas sus familias, que superó con nota, llevada de la firme mano rectora, el compromiso de la imponente y musculada, también repetitiva y confusa en la distribución temática, “Sinfonía nº 1” de Rachmaninov.
Slovodeniuk mostró sus mejores maneras, entre las cuales no se encuentra un singular refinamiento ni un especial sentido de las proporciones o de la planificación. Derrocha energía, manda y fustiga, trabaja bien el componente rítmico y regula hasta cierto punto las dinámicas, aunque bordó con su grupo el final del tercer movimiento. Arturo Reverter
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