Crítica: Primer reparto de ‘La Cenerentola’ en el Gran Teatre del Liceu
Un primer reparto con dos excelentes protagonistas
La Cenerentola, G. Rossini. María Kataeva, Javier Camarena, Paolo Bordogna, Florian Sempey, Erwin Schrott, Isabella Gaudí, Marina Pinchuk. Dirección de escena: Emma Dante. Orquesta y Coro del Gran Teatre del Liceu (Dir. Giacomo Sagripanti). 29 de mayo de 2024.
El reparto titular de esta Cenerentola ha resultado mejor que el segundo, visto el día anterior. Nada hay de extraño en ello, siendo lo mejor de la representación haber contado con dos protagonistas excelentes.
Volvemos a ver la producción de Emma Dante y nada tengo que añadir a lo dicho el día anterior.
También repetía al frente de la dirección musical el italiano Giacomo Sagripanti, que tuvo en conjunto una buena actuación. Me gustó más que el día anterior en el segundo acto, en el que hubo una dirección más viva, lo que siempre suele ir bien en óperas bufas de Rossini.
Angelina o Cenerentola era la mezzo soprano rusa María Kataeva, que sustituía a la previamente anunciada, la francesa Gaelle Arquez. Era la primera vez que la veía en escena y la impresión es claramente positiva. Para empezar, se trata de una auténtica mezzo soprano, con una voz de calidad y siendo una buena cantante e intérprete escénica. También sus agilidades son notables y eso es importante en esta ópera. En resumen, una Cenerentola plenamente convincente y a la que espero volvamos a ver en escena pronto.
El Príncipe Ramiro fue el tenor mejicano Javier Camarena, uno de los más importantes de la actualidad y sin duda el gran atractivo de estas representaciones liceísticas. Le he encontrado en muy buena forma, con voz perfectamente adecuada a las exigencias del personaje, fraseando con gusto y resolviendo con brillantez su gran escena del segundo acto, donde obtuvo los más intensos aplausos de la noche.
Don Magnífico era el barítono italiano Paolo Bordogna, que destaca más como actor bufo que como cantante. Hacía 3 años que no le veía en escena y su evolución vocal va decayendo claramente. Hoy en día su volumen sonoro ha disminuido y resulta insuficiente, salvando los muebles sus dotes de actor bufo.
Dandini fue interpretado por el barítono francés Florian Sempey, que ofreció una buena actuación. Tanto vocal como físicamente me resulta muy parecido a Carles Pachon, que fue Dandini en el segundo reparto.
Alidoro fue interpretado por el bajo uruguayo Erwin Schrott, que ofreció su conocida y notable voz una vez más, destacando en su gran escena del primer acto, donde fue muy aplaudido. No me resultó tan convincente su interpretación escénica, ya que había cierta pose de estrella en la misma.
El Liceu ofrecía una excelente entrada de alrededor del 95 % de su aforo. La localidad más cara costaba 299 euros, habiendo butacas de platea desde 187 euros. La localidad más barata con visibilidad plena tenía un precio de 79 euros.
Fotos: A. Bofill
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