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Por Publicado el: 04/06/2024Categorías: En vivo

Crítica: ‘La Traviata’ en el Teatro Villamarta de Jerez

La pasional Violeta de Sabina Puértolas

Verdi: La Traviata. Sabina Puéertolas, Antonio Gandía, José Antonio López, Suzana Nadejde, Luis Pacetti, Ángel Rodríguez, Javier Povedano, Cristian Díaz, Alejandra González, Juanma Montero, Andrés de los Ríos, Francisco Díaz. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta de Córdoba. Dirección de escena: Francisco López. Dirección musical: Manuel Busto. Jerez de la Frontera, Teatro Villamarta, 2 de junio de 2024.

Verdi: La Traviata. Sabina Puéertolas, Antonio Gandía, José Antonio López, Suzana Nadejde, Luis Pacetti, Ángel Rodríguez, Javier Povedano, Cristian Díaz, Alejandra González, Juanma Montero, Andrés de los Ríos, Francisco Díaz. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta de Córdoba. Dirección de escena: Francisco López. Dirección musical: Manuel Busto. Jerez de la Frontera, Teatro Villamarta, 2 de junio de 2024.

Escena de La Traviata, en el Teatro Villamarta de Jerez

Veintiséis años han pasado desde el estreno de esta producción de La Traviata y el tiempo no parece pasar por ella. Sigue tan brillante, tan intensa, tan cálida, tan llena de buen teatro y, sobre todo, de emociones. Porque sin emoción no hay ópera y eso lo sabe perfectamente Francisco López, que se inspira en la propia novela de Dumas para arrancar el preludio del primer acto con una Violeta al borde de la muerte que recuerda sus últimos meses de felicidad, desesperación y conciencia de la pronta muerte.

La escenografía del primer y último acto, con esos reflejos borrosos y esa iluminación dorada, nos envuelve en la ensoñación de una Violeta que ya emborrona sus recuerdos por efecto de la fiebre y de la tisis. Los movimientos están medidos, siempre con moderación en la gestualidad, pero con sentido teatral, incluso cuando las masas corales, figurantes y bailarines se adueñan del escenario sin que haya saturación.

Y los momentos finales, con una Violeta que se adentra en la luz cegadora del Más Allá cuando expira, son pura poesía. Con el subrayado del bellísimo vestuario de Jesús Ruiz (todo un detalle el hacer que Violeta vista de negro al entrar en la fiesta de Flora, significando el luto que lleva por la forzada ruptura con Alfredo), el espectáculo es redondo, sin fisuras, capaz de aguantar otro cuarto de siglo más.

Emoción y sentido dramático es lo que impregnó la dirección musical de un Manuel Busto que se reivindicó como soberbio director lírico. Extrajo de la Orquesta de Córdoba, especialmente de sus cuerdas, un sonido bellísimo, dorado, ensoñador en los preludios de los actos primero y tercero, con un empaste capaz de aguantar pianissimi de nitidez cristalina.

Dio todas y cada una de las entradas a los cantantes, a los que arropó con delicadeza, sin taparlos nunca, respirando con ellos y recurriendo a tempos cómodos para el canto. Sin que por ello renunciase a hacer de la orquesta (estupenda la Orquesta de Córdoba) un interlocutor dramático más. Todo lo contrario, supo remarcar los momentos más expresivos, como esa oleada de sonido que acompaña a la exclamación acongojada de Violeta “Amami, Alfredo”; o los dramáticos acordes de cuerdas y metales en staccato, heraldos de la muerte, en la escena final.

Verdi: La Traviata. Sabina Puéertolas, Antonio Gandía, José Antonio López, Suzana Nadejde, Luis Pacetti, Ángel Rodríguez, Javier Povedano, Cristian Díaz, Alejandra González, Juanma Montero, Andrés de los Ríos, Francisco Díaz. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta de Córdoba. Dirección de escena: Francisco López. Dirección musical: Manuel Busto. Jerez de la Frontera, Teatro Villamarta, 2 de junio de 2024.

Escena de La Traviata, en el Teatro Villamarta de Jerez

No hay Traviata sin Violeta. Puede parecer una boutade, pero si no hay una soprano que sepa darle sentido al personaje a lo largo de la ópera, da igual todo lo demás. Sabina Puértolas se manifestó como una Violeta perfecta, capaz de dar cuerpo y voz al personaje a todo lo largo de la ópera. Con su voz timbrada, proyectada con nitidez, clara, brillante, ancha, con cuerpo y con una técnica inmaculada, fue creíble de principio a fin. Sobresale en ella su manera de usar el color de la voz con sentido dramático mediante el uso de reguladores y de la media voz.

Con un legato muy bien sostenido y con regulaciones cantó un bellísimo “Ah, fors’è lui” en el que se apreciaba la emoción casi temblorosa de un posible amor verdadero, para luego lanzarse con plenitud de facultades a la pirotecnia de “Sempre libera”, sin adelgazar el sonido en las coloraturas y usando éstas con sentido dramático. Pero donde emergió su capacidad dramática, plenamente convincente y capaz de conmover al oyente, fue en el segundo y tercer acto.

Para el recuerdo quedan los filados y el canto a flor de labios en el diálogo con Giorgio Germont; la expresión trágica de su fraseo en el finale concertado del segundo acto; el color quebradizo de la voz de la Violeta moribunda del tercero; o, sobre todo, el fraseo medido nota a nota de “Addio, del pasato”, todo tristeza en el sonido, rematado por una emocionante messa di voce final.

Durante la primera mitad de la ópera, hasta la escena de la fiesta y enfrentamiento con Violeta, Antonio Gandía anduvo inseguro, con voz de firmeza cambiante, pasando de puntillas por las notas más altas (en “Croce e delizia”, por ejemplo) y yéndose a la octava baja en el remate de “O mio rimorso”. Pero desde ahí mejoró su capacidad de matización y la calidad de su emisión, con momentos de intensidad expresiva notable en el acto final. José Antonio López, de voz temblorosa y ahuecada artificialmente, hizo un Giorgio Germont plano, sin matices en el fraseo, de ataques bruscos y fraseo a base de empujar, sin apearse del mezzo forte todo el tiempo.

Del resto del reparto cabe señalar la calidad de la voz de Luis Pacetti como Gastone, la redondez de la de Javier Povedano como Marqués D’Obigny y el bello color del canto de Suzana Nadjde como Flora. El Coro del Villamarta tuvo una de las mejores noches que le recuerdo, con empaste y flexibilidad.

Andrés Moreno Mengíbar

2 Comments

  1. Eduardo Lucas 05/06/2024 a las 14:33 - Responder

    Antes de nada me presento brevemente para que mi opinión no te parezca la de un documentado, me llamo Eduardo Lucas Bueso, soy otorrino foniatra y autor de la biografía de Kraus de 500 páginas con el título “ALFREDO KRAUS; DESDE MIS RECUERDOS” y un segundo libro con el título “VOZ PROFESIONAL Y ARTÍSTICA; PERTICULARIDADES DEL CANTO” ambos en editorial ALCALÄ GRUPO EDITORIAL aparte de múltiples conferencias y trabajos sobre la voz en el canto etc etc
    Quiero referirme a tu crítica sobre TRAVIATA del Villamarta del 2 de junio, sin rodeos tu opinión sobre Antonio Gandía me parece tendenciosa, errónea y llena de detalles propios de ignorancia, no se si para ensalzar a la soprano y destacarla has optado por atacar a Gandía, estoy de acuerdo en lo de Sabina Puertolas que estuvo excelente, aunque yo he escuchado Violetas de gran nivel coma Mariola Cantarero, Edita Gruberova etc, pero difiero por completo en tus juicios sobre el Alfredo de Antonio, su voz se proyectó con gran brillo y homogenidada y destacando en todo momento sobre el resto del reparto incluyendo el coro, lo que apuntas sobre bajarse de octava en el final de la Cabaletta, error de bulto, hizo lo que está escrito por Verdi y como lo hacen la mayoría de tenores, por ejemplo la única vez que el gran Carreras dio el agudo en el año 1976 con 29 años, había bajado toda la pieza medio tono, yo acabo de oir el “DO” de la cabaletta en el Metropolitan a Juán Diego Flórez en el año 2018, el propio Ismael Jordi me comentó que encontró la interpretación de Gandía extraordinaria y creo que su opinión es para tener en cuenta sobre una ópera de la que él es un gran especialista, yo dispongo de una grabación de audio que estoy dispuesto a hacértela llegar si lo deseas, si entonces opinas lo mismo te aconsjo visitar a un colega para hacerte una audiometría, pienso que si teienes suficiente humildad debieras de escribir un suplemento para no perjudicar su carrera, en otro caso yo que soy amigo y otorrino de la mayoría de cantantes españoles flamencos y líricos advertiré a los que tenga oportunidad que tus criterios los ponga en entredicho, Sin nada más que añadir con mi saludo Eduardo Lucas

  2. Miguel Ruiz Durán 06/06/2024 a las 11:15 - Responder

    Pues yo estuve también en la Traviata de Jerez y opino como Eduardo Lucas Bueso. La interpretación de Antonio Gandía fue excelente, de las mejores que he escuchado en ese rol (y en su momento asistí a varias representaciones del gran Alfredo Kraus) así que el nivel lo tengo muy alto. Gandía estuvo en todo momento muy seguro, magnífico de voz, proyectándola perfectamente y, aunque yo no estaba precisamente cerca en el patio de butacas, el recorrido de su voz hacía que se escuchase correctamente en todo el teatro. La interpretación, para mi gusto, fue perfecta, haciendo un Alfredo Germont muy convincente, con una gran elegancia que a veces me recordaba al insigne maestro Alfredo Kraus, del que Antonio Gandía es un destacado alumno. A todo esto hay que sumar la belleza de su voz que afrontó perfectamente las dificultades del rol. La cabaletta la hizo impecable tal y como la escribió Verdi, sin el sobreagudo del final.

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