Critica: Triunfo grande de un gran artista, Javier Camarena
CONCIERTO J. CAMARENA
El Baluarte de Pamplona. 14 Diciembre 2018.
Este concierto de Javier Camarena había levantado una gran expectación entre los aficionados a la ópera, ya que su protagonista es indudablemente uno de los grandes tenores de la actualidad. La verdad es que el resultado del concierto ha sido excepcional, ya que a la brillantez de su protagonista se ha unido un programa plagado de dificultades y una generosidad y capacidad de comunicación entre artista y público de las que pocas veces se dan en un teatro. Ha sido un triunfo grande y muy merecido de un gran cantante.
Javier Camarena es hoy en día uno de los cantantes más importantes que circulan por el mundo de la ópera y no cabe sino felicitar al Baluarte por haberlo ofrecido a su público. He tenido la oportunidad de ver a este gran artista en varias ocasiones en los últimos años, comenzando por un inolvidable Nemorino en el Liceu de Barcelona. En estos 7 años Javier Camarena se ha convertido en un cantante excepcional, no siendo ya el tenor ligero de entonces, sino que su voz está en un momento espléndido, más bien de un tenor lírico- ligero, con un instrumento de gran belleza y perfectamente manejado, sin que haya perdido ni un ápice de la facilidad que siempre ha tenido en las notas más altas. Estamos ante un grandísimo cantante. Si yo tuviera que elegir hoy a aquellos tradicionales e históricos Tres Tenores de hace unas décadas, indudablemente Javier Camarena estaría ahí.
El programa que ha ofrecido en este concierto el mejicano ha sido muy generoso y algunas de sus páginas han tenido una calidad no ya fuera delo común, sino de las de dejar un recuerdo imborrable. Si tuviera que quedarme con una sola de sus interpretaciones de este concierto, confieso que se me crearía un problema de muy difícil solución. No obstante, diré a mis amigos que nunca he escuchado una romanza de Flor Roja, de los Gavilanes, como la que él nos ha ofrecido. No se puede cantar ni expresar mejor.
Abrió el concierto Camarena con unas interpretaciones de canciones y arias del sevillano Manuel García, que fueron brillantes y magníficamente cantadas. Me estoy refiriendo a la muy divertida “Formaré mi plan”, de El Poeta Calculista, que no es ninguna cancioncilla sino un aria difícil como pocas, cuya duración llega a los 10 minutos. A continuación brindó una muy brillante interpretación del aria “Mais que vois je?”, de La Morte du Tasse.
Siguió en esta primera parte del concierto con la gran aria del Príncipe Ramiro “Si, ritrovarla io giuro”, de la Cenerentola de Rossini, donde demostró que no es segundo de nadie como intérprete de este personaje. Fue simplemente espectacular e inmejorable.
Terminó esta primera parte con la siempre esperada y espectacular “Ah, mes amis”, de la Fille du Regiment y sus espectaculares 9 DOs. Huelga decir que puso el teatro boca abajo, terminando el aria con un DO mantenido hasta el día siguiente.
En la segunda parte comenzó Camarena con el aria de Alfredo en La Traviata, a la que añadió la cabaletta subsiguiente, de la que ofreció un verso, terminando en un brillantísimo agudo.
Siguió con la romanza “Paxarín, tú que vuelas” de la Pícara Molinera, de Pablo Luna, cantada con un gusto exquisito. A continuación vino la romanza mencionada más arriba”Flor Roja”, de Los Gavilanes, de Jacinto Guerrero, a la que ya me he referido como momento que quedará en mi memoria de este concierto.
Terminó el programa que podríamos llamar oficial con la Jota “Te quiero morena”, del Trust de los Tenorios, de José Serrano, donde hizo un auténtico alarde de buen gusto y brillantez vocal.
A partir de aquí llegó el Javier Camarena generoso y espléndido en las propinas, que resultaron brillantísimas y hasta emocionantes. La primera de ellas fue la canción mejicana “Alma Mía”, cantada con dosis de emoción más que notables. Siguió unPotpourri de canciones mejicanas, en las que tuvo el inconveniente de luchar con una orquesta muy numerosa. Hubo una tercera propina, que fue una brillantísima ejecución de la siempre bien recibida “Granada”, en la que puso al público de pie como un resorte. Terminó todo aquello con una emocionante “Noche de Paz”, como felicitación navideña del artista a los espectadores.
Javier Camarena tuvo intervenciones habladas con el público, en las que demostró su gran capacidad de comunicación. De ellas destacaré su exposición de la figura de Manuel García al abrir el concierto. Tuvo también el buen gusto de dedicar el concierto a dos figuras entrañables como Julián Gayarre y Montserrat Caballé.
Acompañó a Camarena la Orquesta Sinfónica de Navarra, dirigida en esta ocasión porIván López Reynoso. Fue un buen complemento para un magnífico concierto. Aparte de acompañar al mejicano, interpretaron la Obertura de Don Quisciotte, de Manuel García,
la de La Gazza Ladra, de Rossini, la de La Forza del Destino, de Giuseppe Verdi, y, finalmente, el Preludio de La Revoltosa, de Ruperto Chapí.
El Baluarte ofrecía una entrada de alrededor del 75 % de su aforo, estando los mayores huecos en el piso superior. El público dedicó un triunfo incuestionable a Javier Camarena, que fue despedido con una literal Standing Ovation, que dicen los británicos.
El concierto comenzó con 4 minutos de retraso y tuvo una duración de 1 hora y 52 minutos en su programa oficial, incluyendo un intermedio. Las generosas propinas y ovaciones interminables hicieron que la salida del teatro se produjera nada menos que 44 minutos después de la finalización del programa oficial.
El precio de la localidad más cara era de 48 euros, costando 21 euros la más barata. Un auténtico regalo de Navidad. José M. Irurzun
Fotos: I. Zaldúa
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