Crítica: Verismo poco conocido de Leoni y Giordano
L’ORACOLO (F. LEONI)
Opera House de Wexford. 25 Octubre 2018.
Continúa la programación del Festival de Ópera de Wexford con este programa doble que ofrece dos prácticamente desconocidas óperas veristas. La primera de ellas es L’Oracolo de Franco Leoni, acompañada de Mala Vita, de Umberto Giordano.
Franco Leoni es un compositor que ha caído prácticamente en el olvido. Contemporáneo de Puccini, estrena su primera ópera en 1890 a los 26 años de edad en su Milán natal, desarrollando su carrera fundamentalmente en Londres, siendo precisamente en el Covent Garden y en 1905 donde estrena la ópera que nos ocupa. De las 9 óperas compuestas por Leoni es precisamente L’Oracolo la única de la que existe una grabación de estudio, procedente de 1977 con Richard Bonynge y Joan Sutherland. Personalmente, no tengo noticia de que esta ópera se haya representado en ningún teatro de ópera en los últimos 25 años, excepto en Frankfurt, donde se representó en el año 2010, acompañada de Le Villi, de Giacomo Puccini. Tuve ocasión de verla entonces, por lo que no es una auténtica rareza para quien esto escribe.
L’Oracolo es una ópera contemporánea de la corriente verista y su calidad no es comparable a las más famosas de su género, resultando un tanto irregular y corta de inspiración. Hay un par de duetos agradables entre tenor y soprano y alguna de las páginas que Leoni dedica al bajo. La ópera se desarrolla en San Francisco – en Chinatown – durante el Año Nuevo Chino y tiene una trama bastante complicada y poco creíble, que envuelve al malvado Cim-Fem, traficante de opio, y a las familias de Hu-Tsin, rico mercader, cuya sobrina es objeto del deseo de Cim-Fem, y de Uin-Sci, sabio médico, cuyo hijo San Lui está enamorado de Ah-Joe, la sobrina de Hu-Tsin, y ella le corresponde. El traficante de opio también desea a la joven Ah-Joe y de esta rivalidad amorosa surge el título de la obra, que no es sino la profecía o el oráculo que hace el sabio Doctor, intuyendo que dos hombres morirán el mismo día, yendo uno al Nirvana y el otro al Infierno. El malvado Cim-Fen mata a San Lui, muriendo finalmente a manos del propio doctor, que hace cumplir su oráculo. La pobre Ah-Joe se vuelve loca.
Como habitualmente, Wexford ofrece una nueva produccion, que lleva la firma de Rodula Gaitanou, que presenta un trabajo adecuado y sin complicaciones. Mueve la acción de San Francisco a Chinatown en Nueva york y la pasa de principios de siglo a los años 50. La escenografía y el vestuario de Cordelia Chisholm ofrece un escenario giratorio, donde por un lado se ve la tienda del traficante de opio y por el otro la del doctor chino, con un adecuado vestuario, contando con una iluminación sin mayor brillo de Paul Hackenmueller. La trama está bien narrada, quedando un poco corto de brillo el desfile del dragón.
Buena la dirección del italiano Francesco Cilluffo, que ha mantenido el interés, dirigiendo con energía y sacando un buen partido de la Orquesta del Wexford Festival Opera mucho mejor que el día anterior. Correcto el Coro del Festival de Ópera de Wexford.
El protagonista de esta ópera es el malvado Cim-Fen, el traficante de opio, encarnado por el barítono Joo Wan Kang, que mostró una voz adecuada tanto en volumen como en expresividad.
El tenor español Sergio Escobar fue San-Lui y mostró su voz poderosa y bien timbrada, que le hace muy adecuado para este tipo de repertorio verista.
Correcta sin más la soprano Elisabetta Harris como Ah-Joe, un tanto destemplada en la zona alta.
El Doctor Uin-Sci fue interpretado por el barítono Leon Kim y la verdad es que prefiero una voz más grave en este personaje.
Benjamin Cho dio vida al mercader Hu-Tsin, sin excesivo brillo.
En los personajes secundarios Louise Innes cumplió como Hua-Qui.
El publico se mostró poco entusiasmado en los saludos finales.
La representación comenzó puntualmente con la interpretación del himno irlandés, cantado por todo el público puesto en pie. La ópera tuvo una duración de 1 hora y 1 minuto. Tres minutos de aplausos. José M. Irurzun
Fotos: C. Barda
MALA VITA (U. GIORDANO)
Opera House de Wexford. 25 Octubre 2018.
Esta ópera de Umberto Giordano completa el programa que el Festival de Wexford dedica este año al género verista, en el que ha venido acompañada de L’Oraccolo, de Franco Leoni.
Umberto Giordano es un compositor bien conocido por el gran público, pero casi únicamente por su ópera ‘Andrea Chenier’, a la que podríamos añadir hasta cierto punto en cuanto a popularidad la ópera ‘Fedora’, aunque la verdad es que poco se representa.
No obstante, Giordano compuso a lo largo de su vida 14 óperas, aunque la última de ellas no llegara a completarla. ‘Mala Vita’ fue la segunda de sus óperas y se estrenó en Roma en 1892. Solo cuatro años más tarde le llegó el turno a su obra maestra ‘Andrea Chenier’.
Mala Vita es una ópera auténticamente verista, centrada en la relación amorosa del protagonista Vito con la esposa de su amigo Annetiello. Un ataque inesperado le hace prometer a Vito que se casará con una prostituta para rescatarla de su mala vida y así salvar su alma. Su recuperación hace que se olvide de su promesa y acabe huyendo con su amante Amalia, dejando a la exprostituta desesperada.
Nuevamente, la producción se debe a Rodula Gaitanou, que ofrece prácticamente el mismo escenario que en ‘L’Oraccolo’. Si entonces estábamos en Chinatown de Nueva York, ahora parece que estamos en Little Italy, también en la ciudad de los rascacielos. La producción narra bien la trama y resulta adecuada.
Buena nuevamente la dirección del maestro italiano Franceso Cilluffo, que ha vuelto a sacar un buen partido de la Orquesta del Wexford Festival Opera. Correcto también el Coro del Festival.
El protagonista de la ópera no es sino Vito, el zapatero, que fue interpretado por Sergio Escobar, que volvió a ofrecer su importante voz, tanto en timbre como en anchura, resultado muy adecuado, aunque le falta más elegancia a su canto.
La exprostituta Cristina fue interpretada por la soprano Francesca Tiburzi con voz atractiva y de buen volumen. Su canto fue a más durante la representación, ofreciendo lo mejor y más emocionante en las últimas escenas de la ópera.
Amalia, esposa de Annetiello y amante de Vito, fue bien interpretada por Dorothea Spilger, que lo hizo de manera adecuada, con voz correcta.
Repetía actuación el barítono Leon Kim en la parte de Annetiello y aquí lo encuentro más adecuado que en L’Oraccolo.
En los personajes secundarios cumplieron bien Benjamin Cho como Marco y Anna Jeffers como Nunzia.
El teatro estaba casi completamente lleno. El público no se mostró particularmente entusiasmado durante ni al final de la representación.
La ópera tuvo una duración de 1 hora y 11 minutos, sin intermedios y con dos breves paradas entre actos. Duración musical de 1 hora y 7 minutos. Cuatro minutos de aplausos.
El precio de la localidad más cara era de 150 euros, habiendo butacas de platea desde 100 euros. La localidad más barata costaba 50 euros. José M. Irurzun
Fotos: C. Barda
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