Crítica: Yoncheva, mérito zarzuelero y gran triunfo
Yoncheva, mérito y gran triunfo
Romanzas y dúo de zarzuela. Sonya Yoncheva, soprano, Alejandro del Cerro, tenor. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Miquel Ortega, director. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 29 de abril de 2021.
Es obvio que Sonya Yoncheva quiere a Madrid y Madrid quiere a Sonya Yoncheva. La relación empezó en el Teatro Real, en 2009, en los tiempos de Antonio Moral como director artístico. El proyecto “Opera Estudio” presentó un “Don Pasquale” pedagógico para acercar los niños a la música y en aquella representación sobresalió sobre todos ellos una joven desconocida que respondía al nombre de Sonya Yoncheva y que el año siguiente ganaría Operalia. Volvió luego al Real, embarazada, para un recital prescindible en 2019 y para una estupenda Imogene de “Il Pirata” belliniano en 2019.
Ahora visita Valencia, Bilbao y Madrid. En las dos primeras acompañada de piano con un repertorio variopinto y con algo muy especial en la tercera. Tiene mucho mérito, tanto la intención como en el resultado, que una búlgara dedique un programa entero con orquesta a la zarzuela. Hay razones que lo explican en parte como que, al parecer, tenga antepasados españoles y que su marido sea el director de orquesta Domingo Hindoyan, con el que ha estado preparando estas actuaciones en la República Dominicana. Hace bien poco participó en un concierto en el Met y en la peculiar apertura de la Scala de este año. Se le cayeron “Tosca”, “Rusalka” e “Il trovatore”, pero de Bilbao irá a París para otro concierto.
Mucho mérito cantar páginas de “Katiuska”, “La Marchanera”, “El pájaro azul”, El juramento”, “El niño judío”, Las hijas del Zebedeo”, “Cecilia Valdes” y el dúo de “El Gato Montés” junto a un impecable Alejandro del Cerro. Muy aplaudida desde el principio, fue especialmente en estas tres últimas donde puso el teatro abajo. Simpatía, muy aceptable dicción, una voz bella de soprano lírica en plenitud y el garbo suficiente para este arriesgado repertorio fueron sus armas. Quizá le faltase una pizca de salero en “De España vengo” pero no en Penella o Chapí. Lució graves, agudos y su carnoso centro, al que sabe acompañar de un vibrato que imprime sentimiento. Miquel Ortega, compositor y maestro que ama el género y lo transmite, la acompañó con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, afortunadamente ya con plantilla prácticamente normal. Repitieron “La Marchenera” y Ortega se trasladó al piano para acompañarla en una ejemplar “Habanera” de la ”Carmen” de Bizet. “Para mí no es fácil cantar estas bellísimas melodías de zarzuela”, nos explicó y dijo adiós con un “Hasta pronto”. ¡Qué así sea”. Gonzalo Alonso
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