Crítica: Yulianna Avdeeva en el Festival de Granada
El Bach de nuestros días
Obras de Bach y Shostakovich. Yulianna Avdeeva, piano. Festival de Granada, 4 de julio de 2022.
Esta pianista rusa venía avalada por su primer premio en el Concurso Chopin de 2010. En esta actuación granadina ha dejado constancia de su indudable clase tocando un bien pensado programa en el que se unían los nombres de Bach y Shostakovich. El ruso rindió tributo al alemán construyendo, desde presupuestos en parte disímiles, un monumental fresco de 24 Preludios con sus correspondientes Fugas, a imagen y semejanza de las que constituyen “El clave bien temperado”.
Avdeeva ha dejado bien sentada su afinidad con estas músicas y ha revelado una técnica muy pulcra, un toque delicado y variado, una dicción sutil, un manejo del pedal muy juicioso, una dosificación de contrastes dinámicos bien estudiada y una sonoridad muelle y redonda. No ha tenido problema con las agilidades y los trinos, las apoyaturas, los mordentes y otras agilidades, que salieron de sus manos de manera muy natural y fluida. Tras una interpretación contenida y mesurada de la “Suite Inglesa nº 2” de Bach, en la que destacó una íntima “Allemande”, abordó el “Preludio y Fuga n 5 op. 87” de Shostakovich, donde resaltó la dimensión popular.
Una poderosa recreación de la “Toccata en Re mayor BWV 912” de Johann Sebastian precedió a la recreación del inacabado “Preludio y Fuga en Do sostenido menor” del compositor ruso, completado por Meyer, y de la obra que cerraba la sesión, la inmensa “Partita nº 2 en Do menor BWV 826”, una de las creaciones cimeras del autor de la “Pasión de San Mateo”. Avdeeva, sin un roce, ajustada de “tempi”, elocuente pero discreta, trazó el variado paisaje con libertad y fantasía, reveladas en la poderosa “Sinfonia” inicial y la “Allemande” subsiguiente, con su manejo del canon.
Se meció en una expresiva “Sarabande”, con pianísimos casi inaudibles, mostró agilidad en el “Rondeau” y se exhibió tocando sin pestañear los pasajes a tres voces del conclusivo “Capriccio”, que Bach colocó aquí en vez de la habitual “Giga”. Tras los aplausos, dados con calor en la tranquila y pasajeramente lluviosa noche granadina, nos regaló una “Bagatela” de Valentin Silvestrov, elegante y evocadora, y, por último, otra breve y fulgurante pieza bachiana. Buen éxito. Y demostración de cómo se puede tocar Bach con autenticidad desde presupuestos de nuestros días. Arturo Reverter
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