La Cultura no da de comer
La Cultura no da de comer
El ajustado presupuesto para el rescate de la cultura en Italia sumado a un calendario en blanco hasta otoño reducen las esperanzas de los trabajadores del sector
En todos los países afectados por la pandemia se repite la misma frase: la Cultura fue la primera afectada y será la última en salir de la crisis. Una afirmación que se reafirma si se analizan los presupuestos dedicados a su rescate.
En Italia, los teatros podrán volver a abrir sus puertas el 15 de junio con condiciones que no garantizan su supervivencia económica; los grandes conciertos en vivo se han retrasado a 2021 – con el sistema de devolución de entradas aún en el aire en muchos casos -; y la estabilidad de los 160.000 trabajadores indirectos fuertemente amenazada.
Aunque las mayores cifras de pérdidas se concentran en el campo de la música popular, el futuro de la clásica y la lírica es también poco esperanzador. La vuelta a la actividad comenzará con un aforo para 100/200 personas en teatros y espacios cerrados y 1.000 para los eventos al aire libre; accesos escalonados por turnos de entrada y salida; distancia interpersonal de 1.5 metros y uso obligatorio de mascarillas.
La industria cultural italiana calcula perder al menos 1.500 millones de euros y el Gobierno solo lo amortiguará en parte, ya que se han destinado 1.000€ a su recuperación – el sector turístico recibirá 4 millones -. El Estado ha propuesto también un bonus de 600€ para los trabajadores del espectáculo, cifras que después de la crisis de 2008 siguen manteniendo la creencia de que la cultura “no da de comer”.
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