De Milán a París
Los medios musicales de toda Europa están extrañados del mal funcionamiento del departamento de prensa de la Scala de Milán que, a una semana de la inauguración, todavía no han confirmados las correspondeintes entradas. A los medios no les extrañaría tanto si supiesen que desde la llegada de Lissner todo funciona igual: no hay nadie que tome decisiones y éstas se eternizan. El mundo musical italiano contempla con estupefacción cómo se está deteriorando todo cuanto rodea a la Scala. Tendrían que haber preguntado a Madrid cuál fue la actuación del señor Lissner en el Teatro Real. El caso es que las circunstancias políticas del Italia impiden hoy por hoy una sustitución.
En unas declaraciones a la prensa, el presidente Chirac se ha referido a la sucesión de Mortier para la Ópera de París. Aún le quedan tres años de contrato, pero por ley es imposible que renueve, ya que alcanza la edad de jubilación. Sí, Mortier jubilado. Se quiere nombrar sustituto con tiempo, puesto que no hay razón para la demora y, en concreto, podría ser que este diciembre se diese a conocer el nombramiento. Se barajan oficialmente dos nombres: el de Nicolas Joel, que está estos días en Madrid poniendo en escena “Los cuentosde Hoffmann” y el del actual director de la Ópera de Ginebra. Sin embargo hay quien piensa que puede existir un tapado y que éste podría ser Lissner que así iría pasando de teatro en teatro sin llegar a logros en ninguno.
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