De Mr. Kaufmann a Mr. Erl
El tenor germano-austriaco, que acaba de ser nombrado director artístico del festival lírico de la región austriaca del Tirol, no piensa en abandonar su carrera sobre los escenarios. De momento
Fue un verdadero golpe de efecto. Ignoramos si estaba milimétricamente medido por sus actores, pero la sorpresa de quienes asistieron a la rueda de prensa días atrás fue mayúscula cuando el presidente del festival de Erl, el acaudalado empresario Hans Peter Haselsteiner, dio paso al nuevo responsable artístico de la cita lírica. En ese momento se levantó del asiento que ocupaba para recibir con honores y de pie al tenor Jonas Kaufmann, que llegó con una sonrisa puesta de oreja a oreja y un pequeño cuaderno en la mano que escondía un bolígrafo a modo de chusco marcapáginas. El cantante se mostró feliz con el nombramiento y satisfecho de haber podido desbancar a los otros 39 aspirantes a ocupar la plaza. Se incorporará en septiembre de 2024 y permanecerá al frente hasta 2030.
Desde el mismo momento en que puso el pie en la sala, las mentes calenturientas de los presentes dieron casi por acabada la carrera del tenor. Nada más lejos de la realidad. Él mismo se encargó de disipar dudas al decir que lo haría compatible, que se dedicaría a ambas tareas y que por su cabeza no pasaba aparcar las representaciones operísticas y conciertos. Por el momento. Esperemos que el momento sea largo y prolongado. No hay más que mirar los ejemplos de otros cantantes que han compatibilizado las tareas de dirección artística con su presencia en los principales teatros de ópera, caso de Cecilia Bartoli, al frente del Festival de Pentecostés de Salzburgo, Rolando Villazón, director de la Semana Mozart salzburguesa o de Juan Diego Flórez, con cargo en el rossiniano de Pésaro (Rossini Opera Festival).
Un nuevo caballo de batalla
“Es emocionante poder mover los hilos desde detrás del escenario, yo, que siempre he estado encima de él. Espero a partir de ahora poder llevar el festival tirolés a nuevas cotas artísticas, combinando la tradición con nuevos puntos de interés”, dijo el cantante, que no estará presente en todas las temporadas venideras. “Ahora tengo un nuevo caballo de batalla con el que puedo trabajar sin tener que estar en el escenario todos los días”, ha declarado el artista. Parece que Haselsteiner tenía claro a quien quería al frente de Erl y no le costó demasiado convencer al tribunal que debía seleccionar al candidato. Entre otras cosas, si no la principal, se trataba de restaurar el prestigio y el brillo que Erl había dejado escapar por el camino.
Lo que arrancó como una cita lírica potente en manos de Gustav Kuhn, su fundador, tropezó con un agrio y oscuro episodio cuando este fue acusado de acoso tanto laboral como sexual, época que coincidió con el auge del #MeToo. Ante la avalancha de testimonios (fundamentalmente mujeres que describieron cómo fueron agarradas, manoseadas y sufrieron la incontinencia verbal de Kuhn), el director presentó su dimisión y se pasó página. Llegó después, en 2019, Bernd Loebe. Y se puso manos a la obra para borrar la mancha de su antecesor. Más calidad y menos escándalos. Sin embargo, no estaba demasiado conforme con la escasa confianza que la presidencia había depositado en él.
Aseguró sentirse observado y manifestó su deseo de no renovar el pasado mes de marzo. No se sentía a gusto y notaba que la falta de sintonía era recíproca. El presidente le buscaba las vueltas y achacaba una falta de implicación en sus labores, un desapego cada vez mayor que le llevaba a no implicarse con el encuentro. Que si programaba títulos demasiado desconocidos, que si no se implicaba con la marca, que si se necesitaba un golpe de timón que devolviera el esplendor al festival austriaco… Y ese nuevo timón tiene la cara y los ojos de Jonas Kaufmann, que, aportó su granito de arena en la tormenta con esta frase, según recogen los medios austriacos: “Por mucho que aprecie a mi colega Bernd Loebe, hay un punto que descuidó y es el de identificarse con el festival”.
Kaufmann and friends
¿Cuáles son las líneas maestras del programa de Kaufmann? Que el festival de Erl vuelva a ser un referente y para ello programará a Wagner durante los meses de verano, mientras que el bel canto será el plato fuerte durante los meses de invierno. Para eso necesita un poco de tiempo y un equipo que le ayude. Cuenta, claro está, con una agenda importante, prestigio internacional, cero escándalos, la edad suficiente (ha cumplido 54 años y su carrera está suficientemente consolidada a estas alturas) y una pléyade de amigos de renombre internacional a los que está dispuesto a llamar para que formen parte de los repartos de verano y de invierno de la verde colina tirolesa. “A través de mi presencia quiero animar a otros grandes artistas para que estén a mi lado.” Y no dudamos que ante la llamada de Mr. Erl, las estrellas acudirán. Si Kaufmann dice ven… Gema Pajares
Últimos comentarios