De nuevo los cantantes españoles
Estimados amigos de Beckmesser,
Os agradeceríamos publicaseis la “llamada” que os adjuntamos.
Muchas gracias
…”Un soneto de la época, dedicado a Lorenza Correa *, es un verdadero proceso contra aquella generación ingrata y enervada, cuyos productos parecen inmortalizarse por desgracia en nuestro bendito país:
Elogios mil a la Oltrabelli dieron,
Del gran Musquetti el mérito ensalzaron,
Vino la Gali, todos se pasmaron;
Mérito tuvo, el mérito aplaudieron.
Los tenores y bufos, dignos fueron
Del aplauso común que disfrutaron;
Primor y gracia en la Benini hallaron
Y a su gracia y primor justicia hicieron.
Pues si primores, gracias, atractivos,
Destreza y clara voz con dulce encanto
Recopilados vimos en ti sola,
¿por qué razón Lorenza, o que motivos
Cuando a todos igualas en tu campo,
Callan de ti? Porque eres española.”
Antonio Peña y Goñi “La ópera española y la música dramática en España en
el siglo XlX” (apuntes históricos)
ICCMU Colección Retornos 2003
(*)Lorenza Correa (1775-1832?): Insigne soprano española del primer tercio del siglo XlX. Estrenó” Aureliano en Palmira” de Rossini.
Hemos querido comenzar este escrito con una cita reveladora de las vicisitudes sufridas por los cantantes españoles de principios del siglo XlX. Dicen que “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”
Puede que las palabras del señor Mortier reflejen lo que en verdad piensa sobre los cantantes españoles, pero:
¿Realmente conoce o ha tenido tiempo de conocer un número suficiente de profesionales como para hacer tales afirmaciones?
¿No tendrá algún prejuicio sobre los cantantes españoles, adquirido en sus años de profesión?
¿O quizá sus “asesores” lo han conducido a tomar decisiones un tanto sospechosas, dado el carácter quijotesco de este país y aquello de que ”todo lo que viene de fuera es bueno o mejor que lo que tenemos aquí”?
Creemos que hacer unas afirmaciones tan categóricas sobre los profesionales españoles són, como mínimo, precipitadas e imprudentes.
No hay un solo país en Europa que, para cubrir los papeles “comprimarios” y “partiquinos” en las temporadas de ópera de sus teatros, cuente con una masiva participación de cantantes extranjeros (como ocurrirá en la próxima temporada (2011-2012) en el Teatro Real). Asimismo, aunque en distinta medida, con los papeles principales.
¡Se equivoca, señor Mortier!
En este país hay buenos profesionales .Quizá en menor cuantía que en otros países europeos, sobre todo por las circunstancias político-culturales heredadas. No obstante ha habido un gran incremento tanto en cantidad como en calidad; prueba de ello son los espléndidos resultados obtenidos en la nueva andadura del Teatro Real. Lo mismo cabe decir de los colegas que ejercen la profesión en el resto del país y fuera de nuestras fronteras.
¡¡Rectifique, señor Mortier!!
También sería interesante saber qué opinan los responsables culturales sobre las propuestas del señor Mortier; al fin y al cabo, algunos de ellos son los artífices de su contratación. Esperemos que lo hayan hecho con la intención de mejorar y beneficiar tanto al sector artístico como al público que acude año tras año intentando disfrutar de un buen espectáculo. Madrid lo necesita.
Si nuestros responsables culturales están de acuerdo con las medidas tomadas por el señor Mortier, me atrevo a pensar que de nuevo viviremos en la irrealidad y padeceremos una nueva involución cultural y laboral. Creemos que ellos también se equivocan.
Hablamos de un teatro financiado casi en su totalidad con dinero público. Los cantantes españoles somos profesionales que tenemos derecho al trabajo, no solo porque lo refleje la Constitución, sino porque hemos demostrado a lo largo de los años y con los resultados artísticos obtenidos, que estamos capacitados para ello. Trabajamos y sufrimos el paro como cualquier español.
La Constitución sirve para proteger al ciudadano ,no para castigarlo; y las decisiones tomadas últimamente en el Teatro Real parecen un castigo impuesto al colectivo de cantantes españoles ,hecho además de un modo extemporáneo y, al parecer, con el beneplácito de quienes deberían velar por los derechos de sus conciudadanos.
NOTA: Cuando hablamos de “cantantes españoles”, nos referimos a todos aquellos que residen y “pagan sus quehaceres” a la Hacienda de este país.
A la vista del grado de indefensión en el que nos hallamos (siempre hemos estado así, no es nuevo) y, en esta ocasión ,con el grito unánime y generalizado de la profesión ,vamos a iniciar gestiones para buscar algún mecanismo de defensa del colectivo, con una sólida base legal. Aunque sea por esta circunstancia, todos deberíamos reflexionar (incluso los que tengan trabajo) e intentar unirnos por el bien común. Seamos solidarios aunque sea por una vez, porque la realidad es cambiante para todo el mundo. ¡Este es el momento!
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