Giancarlo del Monaco: “Los teatros de ópera de Italia llevan años y años acumulando deudas”

El director señala la fuerte presencia de consejeros y agencias de artistas y el equivocado concepto del director artístico como causa de la crisis de la ópera en Italia

Giancarlo del Monaco

“El coronavirus ha sido la gota que colmó el vaso de la crisis económica de la ópera en Italia”, comenta el periodista y locutor Enrico Stinchelli en una entrevista con Giancarlo del Monaco. “En efecto”, reafirma este, “Continúan los despidos, pagados por el Estado, y acumulando los fondos del FUS (Fondo Unico per lo Spettacolo) hasta que aguanten. No es justo para los trabajadores, que de repente se ven sin trabajo, con su sueldo reducido y sin nada que garantice que su profesión podrá continuar”.

Del Monaco, uno de los directores de escena más reputados de la actualidad, ha trabajado como director teatral en seis ocasiones: como asistente de Walter Felsenstein en Berlín, en Ulm, Kassel, Bonn  – durante 5 años. Fue el primer director italiano en la historia de Alemania -, Macerata en 1984 y en el Festival Internacional de Música de Canarias. Sobre su experiencia subraya la competencia del sistema alemán, en el que “todos los directores de teatro son o directores de escena, o directores de orquesta o artistas. El Ministerio de Cultura quiere gente cualificada, ligada al mundo del arte. Los directores están acompañados de directores administrativos adecuados al puesto y el teatro funciona como corresponde. En Italia, los directores generales se declaran también directores artísticos y, cuando tienen que desarrollar la tarea se ven abrumados por el exceso de trabajo y su propia incompetencia, de manera que para paliar esta situación se ha creado la costosa figura del director de casting, que ha aparecido en los últimos 10 años. Todo gastos extra para un trabajo que el director debería resolver él mismo”.

Con la declaración de la pandemia y la consecuente paralización del sector cultural, la situación económica de todas las instituciones líricas se ha debilitado aún más, poniendo en un primer plano los agujeros en los presupuestos de teatros y compañías de ópera. “Las deudas”, incide Del Monaco, “son la consecuencia de años de mala gestión, y esto debe decirse alto y claro. Ya se hablaba de deudas hace 10 años”.

A finales de mayo del año pasado, los directores Giancarlo Del Monaco, Henning Brockaus y Ezio Frigerio denunciaron la dudosa gestión del Wiiliam Graziosi, director del Teatro Regio de Turín, mediante una carta en la que confesaban situaciones personales en las que no se cumplieron contratos o tampoco los hubo. Dos años antes, este director le contactó para responsabilizarse de la dirección artística del Regio, una conversación que acabó con descalificaciones hacia Del Monaco y el veto a sus producciones. “Tras encargarme que buscase un sucesor para Noseda en la dirección musical del teatro, tanto Graziosi como la alcaldesa Chiara Appendino desprestigiaron mi imagen. Graziosi, que fingió ser un amigo, me dio una puñalada por la espalda. Cancelé compromisos con otros teatros, producciones y otros trabajos por quedarme en Turín y estuve dos años sin trabajo. En Italia todo está a la venta. De una cosa estoy seguro: después de esta entrevista seguro que trabajo en iItalia hasta menos”.

No solo la gestión de los teatros alimenta un sistema abocado al desastre, sino también la falta de cualificación de críticos y prensa y el vacío debate en torno a la dirección artística, que ignora el alcance de producciones anteriores y justifica la provocación por su polémica. “Esta conversación me hace reír”, continúa Del Monaco, “No se trata más que de una estrategia inteligentemente organizada para que la gente hable de ciertos personajes, crear atención mediática. Hoy se exhibe su nombre antes que su trabajo y casi cualquier se siente con autoridad para dar su opinión. Encima, la dependencia de los directores de este tipo de comentarios revela obvios conflictos de interés”.

Lea la entrevista completa en este enlace.