Derrochar en tiempos de crisis
En la entrega de los Premios Líricos del Teatro Campoamor del día 3 de este mes, el Teatro Real cosechó, por uno u otro motivo, hasta cinco de los premios. Uno de ellos correspondió a la coproducción entre el Liceo y el Real de “Death in Venice” de Britten. Y allá que fueron los directores de ambos teatros, Joan Francesc Marco y Miguel Muñiz, a recoger al alimón el galardón, la estatuilla de “La gitana de París” y los 12.000 euros. No le vendrá mal su parte al Real para enjugar la abultada pérdida de dinero que dicha coproducción le ha supuesto. Tras su estreno en Barcelona, las representaciones madrileñas estaban previstas para junio de 2012, con la dirección de Ivor Bolton. Pero sucede que Mortier ha decidido prescindir de dicho título, le ha ofrecido a Bolton en su lugar “Billy Budd” para esas mismas fechas y ha tirado a la basura el dinero ya desembolsado por el Real para una producción de la que sólo se ha podido beneficiar Barcelona. Y no para ahí la cosa, porque parece que algo similar ha ocurrido con un “Moisés y Aarón”. En tiempos de recortes presupuestarios para la Cultura, no parece la mejor opción para rentabilizar los recursos propios, pero ya sabemos hasta dónde puede la política de tierra quemada de algunas figuras mediáticas y su deseo incombustible de dejar su sello indeleble desde el primer momento, echando por tierra el trabajo de años de equipos anteriores. A este paso, el Real va a necesitar un “Plan E” exclusivo.
Andrés Moreno
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