Desencuentro
Estalló la noticia de ruptura entre la filarmónica de Berlín y el Festival de Pascua de Salzburgo. La ciudad austríaca tiene tres festivales importantes: verano, Pascua y Pentecostes. El primero lleva una larga temporada en crisis. La caja quedó tan vacía cuando Mortier acabó su contrato, que su sucesor tuvo que reducir su primera temporada a casi la mitad. Peter Ruzicka y Jürgen Flimm no han coseguido devolver al festival el esplendor de la era Karajan ni el interés revulsivo del primer Mortier. Su consejo de administración intenta recuperar patrocinios y espectadores con el nombramiento de Alexander Pereira, quien llevó Zurich a lo más alto y fue una clara posibilidad con la que el Real contó para el puesto que tomó Mortier. El de Pentecostes lo comanda actualmente Muti y le sucederá Cecilia Bartoli.
EL de Pascua vive en crisis desde la denuncia a su anterior gerente por apropiación indebida de fondos. Se escribió de prisión e intentos de suicidio y no quedó dinero para una Filarmónica de Berlín que miró hacia Baden Baden hasta que Eliette, viuda de Karajan, decidió apoyar el festival creado por su marido aportando los fondos necesarios. Se consiguió así retener a la orquesta por cinco años, con la condición de que ella asumiría todas las responsabilidades del certamen, nombrando como gerente a Peter Alwar, antes alto cargo en EMI. En un comunicado de prensa del 14 de diciembre de 2009, la Filarmónica de Berlín expresó “en el marco de una asamblea general la permanencia de la orquesta en los Festivales de Pascuas de Salzburgo más allá de 2012″. No ha sido así, porque el déficit ha ido creciendo. Concretamente parece que el Consejo no deseaba una “Salomé” en la que Rattle se empeñó, creando un deficit adicional de 1,4 millones de euros. Ni siquiera la llegada en rescate del Teatro Real, que pagará varios millones por tres títulos con tres funciones en tres años, ha servido para equilibrar caja. En 2013 los berlineses se mudan a Baden Baden, teatro creado en 1998 curiosamente con el apoyo inicial de Eliette. Pereira ha asumido en parte las riendas e intenta fichar a la Filarmónica de Viena. Se verá, pero lo lógico sería unificar los tres festivales bajo una sola dirección. ¿Cómo afectará, si es que afecta, este desencuentro a la anunciada colaboración entre Berlín y Salzburgo? Porque las producciones han de tener el beneplácito del festival y éste ahora no sabe si “Parsifal” va a ver la luz. Gonzalo Alonso