Desilusión
Ciclo Juventudes Musicales
Desilusión
Obras de Beethoven y Stravinsky. Orquesta Nacional de Francia. Daniele Gatti, Auditorio Nacional. Madrid, 15 de marzo
El espléndido ciclo de Juventudes Musicales tenía una cita de gran atractivo con Daniele Gatti y la Orquesta Nacional de Francia, de la que es titular, con un programa que incluía dos obras de tanto gancho como la “Pastoral” y la “Consagración de la primavera”. Sin embargo, como sucede algunas veces, los resultados no respondieron a las expectativas.
Razón fundamental de ello es la baja forma por la que atraviesa la agrupación francesa que, si nunca salvo tal vez en la etapa de Maazel, ha sido una gran cosa, mucho menos lo es ahora. Los metales –y cuidado que abundan en la partitura de Stravinsky, empezando por sus ocho trompas- desafinaron y estuvieron desconjuntados en más de una ocasión hasta en la “Pastoral”. Tampoco se lucieron especialmente las maderas, desde el mismo fagot al inicio de “El beso de la tierra”.
Gatti puede ser un maestro serio, pero le falta ese toque que transforma una lectura de discreta a referencia. Para los veteranos ni su “Pastoral” tuvo el lirismo de la de Giulini años atrás, por citar otro italiano, ni su “Consagración” quedó a la altura de las de Frühbeck con la ONE o Markevitch con la RTVE y eso que la lectura de esta obra, quizá la más genial del siglo XX en su vertiente rítmica, revistió mayor brillantez que la plana de Beethoven, en cuya tormenta faltó grandeza sin que tampoco se alcanzasen las deseadas cotas de poesía en la “escena junto al arroyo”. Gonzalo Alonso
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