Despiñfarros y amigos
Despilfarro y amigos. EL MUNDO 13-08-2004
JUSTO ROMERO
El Ayuntamiento de Sevilla, en la persona de su delegado de Cultura Juan Carlos Marset, se ha metido a promotor de conciertos. Mal asunto éste de los políticos aficionados a meterse en el ámbito puramente técnico. Normalmente se las dan con queso. Con frecuencia, artistas y agentes artísticos no dudan en aprovecharse de la ignorante ingenuidad de estos políticos-gestores para cobrar unos cachés que en la vida abonaría ningún profesional de la gestión.
Las cifras que ayer anunció Marset como caché del concierto que Mstislav Rostropóvich y la Orquesta de Cámara de Praga ofrecerán el próximo día 9 de septiembre en el Teatro Maestranza -¡150.000 euros!- son un despilfarro y un disparate que harían sonrojar a cualquier profesional español del mundo de la música. Rostropóvich, ¡qué duda cabe!, es uno de los intérpretes más prestigiosos de la segunda mitad del siglo XX, pero no es menos cierto que su presencia actualmente ha sido devaluada por la escasa exigencia artística que define el mercantilizado final de la carrera profesional de quien hoy ofrece conciertos sin ton ni son y sin más exigencia que la de su remuneración económica.
150.000 euros por una actuación de Rostropóvich junto a la modesta Orquesta de Cámara de Praga rompe los precios de mercado. El hecho resulta aún más escandaloso si se considera la precariedad financiera de las instituciones musicales andaluzas y de las arcas municipales sevillanas. De hecho, el caché que el Ayuntamiento dilapidará el 9 de septiembre serviría para resolver algunos de los acuciantes problemas de liquidez que atenazan a las orquestas andaluzas.
No menos sorprendente resulta la contratación a destiempo y sin razones objetivos de la Orquesta Filarmónica de Dresde, un conjunto de segunda fila (no confundir con su paisana, la formidable Staatskapelle de Dresde), por el que se abonará la nada despreciable y sí suculenta cifra de 100.000 euros. El hecho resulta aún más delicado si se piensa que será dirigida por Rafael Frühbeck de Burgos, maestro cuyo agente artístico en España es exactamente el mismo de Pedro Halffter. Para rizar el rizo, no está de más señalar que el aún flamante director titular de la Sinfónica de Sevilla dirige con cierta frecuencia la orquesta sajona.
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