Detienen al consejero del Festival Torre del Lago
El arresto del pianista Gianfranco Pappalardo Fiumara podría desencadenar la dimisión del presidente de la Fundación Giacomo Puccini y su junta directiva
El pianista Gianfranco Pappalardo Fiumara fue arrestado la tarde del 6 de junio por la denuncia de un párroco de la iglesia de Trepunti (Giarre, Catania), quien acusó al pianista de tentativa y extorsión consumada. Pappalardo Fiumara fue trasladado a la prisión de Piazza Lanza de Catania tras un interrogatorio que pasó la media noche.
Luigi Privitera, nombre del sacerdote, presentó la denuncia el 31 de mayo en la estación policial de Santa Venerina. En ella detalla un primer encuentro con el pianista, a quien no desveló su verdadera profesión ni su identidad. Este se produjo el 29 de marzo, en el que Pappalardo reveló sus intenciones sexuales y tomó fotografías y vídeos de su encuentro, documentos que más tarde utilizaría para chantajear a Privitera. El pianista contactaría con la víctima los días sucesivos para pedir una suma de hasta 7.000 euros para no hacer públicas las fotos y borrarlas de su teléfono. El párroco, obligado a rendirse ante las demandas de Pappalardo, le entregó parte del dinero.
Un mes más tarde, el pianista conoció la verdadera ocupación de Privitera y contactó de nuevo con la víctima, haciéndole ver que había sido engañado y amenazándole con mostrar las fotos al obispo. El aumento de la violencia en las amenazas de Pappalardo condujo a la víctima a la policía local y denunció la situación. Durante el interrogatorio seguido a su arresto, Pappalardo admitió la mayoría de los hechos aunque negó el recibo de dinero por parte del sacerdote.
El juez responsable de la sentencia dictaminó que los elementos constitutivos del delito de extorsión están presentes en los testimonios de ambos y que en lo referente a la relación personal no hay indicios de violencia sexual – lea aquí más detalles sobre el caso -.
El presidente y director artístico de la Fundación Festival Puccini, Alberto Veronesi, propuso el nombramiento de Gianfranco Pappalardo como consultor, nombramiento que se haría efectivo con la acuerdo unánime del Consejo de Administración. Así, Pappalardo ocupó el puesto de consultor para las relaciones con el Ministerio de Patrimonio Cultural y Actividades y como consultor del presidente y director artístico.
Este escándalo, defienden los concejales de la Liga de Viareggio, no debe pasarse por alto y solicitan una aclaración al consejo municipal así como la renuncia del presidente de la Fundación Alberto Veronesi y toda su junta directiva. Según indican los concejales – Maria Domenica Pacchini, Massimiliano Baldini, Alfredo Trinchese y Alessandro Santini – “la Administración está socavando el nombre de Giacomo Puccini. La toma de decisiones equivocadas y cuestionables afecta gravemente a la imagen de la Fundación, por lo que pedimos la renuncia inmediata de su presidente”.
Alberto Veronesi, apuntan los consejeros, desempeña los cargos de presidente de la Fundación, presidente de la Junta y la dirección artística de la Fundación, tres puestos incompatibles entre sí ya que el uno necesita la supervisión y aprobación del otro. Opinan que su control absoluto de la situación de la Fundación ha derivado en la caída de la calidad de las propuestas de la Fundación y en la existencia de ciertas irregularidades: renegociaciones confusas de contratos, menosprecio del trabajo de cantantes y retrasos o ausencia de pagos a los profesionales. En consecuencia, la programación del Festival se ve afectada, ya que numerosos artistas de reconocimiento internacional rechazan trabajar bajo estas condiciones.
No lejos en el tiempo queda la polémica desatada por la “Tosca” con regia de Giancarlo del Monaco de 2018 que fue alquilada a otros teatros con un tercero como responsable de ella.
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