Crítica: Diálogo de carmelitas en Jerez
Carmelitas jerezanas
Francis Poulenc: Diálogo de carmelitas. Ángeles Blancas, Nicola Beller-Carbone, Nuria García Arrés, Ainhoa Arteta, María Luisa Corbacho, Beatriz Lanza, Andrea Ramírez, Luis Pacetti, José Manuel Montero, Rodrigo Esteves, David Alegret, José Manuel Díaz, Luis López, Manuel Sanlés. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta Filarmónica de Málaga. Director de escena: Francisco López. Director musical: José María Moreno. Jerez de la Frontera, Teatro Villamarta, 24 de junio de 2022.
Una vez más, la apuesta arriesgada del Teatro Villamarta devino en éxito total. Y ello gracias a poner todo el empeño en hacer las cosas de la mejor manera, más allá de las limitaciones materiales y presupuestarias. La verdad es que pocos teatros de su categoría se habrían arriesgado a afrontar una nueva producción de este título en los tiempos que corren, pero en Jerez están acostumbrados a este tipo de riegos.
Francisco López es el responsable de esta nueva producción, para la que ha optado por una escenografía sobria y única, ambivalente, un interior de paredes de piedra que muestra el enclaustramiento exterior e interior en el que vive Blanche, el personaje principal de esta ópera. Con la habitual sabiduría de López a la hora de mover a los personajes por el escenario y su dominio del poder expresivo de la iluminación, la dimensión teatral del espectáculo estuvo notablemente asegurada, con una escena final (tan difícil de resolver normalmente) muy bien planteada y que consiguió, junto a la música, crear ese clima de congoja que la situación demanda. Tan sólo apuntaríamos que López sobrecarga de contenidos y significaciones su propuesta con las referencias, un tanto forzadas y mediante proyecciones de imágenes, vídeos y textos, al nazismo, la Segunda Guerra Mundial y hasta la Guerra de Vietnam, como queriendo indicar que todos los procesos revolucionarios, sean los de la Revolución Francesa, sean los de la Revolución Rusa, devienen en dictaduras basadas en el terror. Algo que, a mi parecer, aporta demasiado peso de significados al argumento de esta ópera.
En lo musical, Moreno consiguió extraer de la Filarmónica de Málaga un sonido transparente, ligero y casi camerístico en el que sólo desentonaron los repetidos errores de las trompas. Equilibró apropiadamente el balance con las voces sin que por ello el tejido orquestal perdiese brillo, para conseguir firmar una escena final de antología.
Una de las señas de identidad de este teatro es su apuesta por cantantes españoles y en este sentido hay que ponderar el logro de conseguir cerrar un reparto tan numeroso con voces nacionales con tan alto nivel de calidad. Beller Carbone, como primera priora, aportó al personaje toda la carga dramática que ella sabe administrar, sin histrionismos, haciendo que su voz y su fraseo transmitieran todo el peso de ese momento en que se enfrenta a la muerte sumida en las dudas sobre lo que vendrá después. Blancas fue su sucesora en el cargo. Con el color peculiar de su voz, palatal y pastosa, pero de buena proyección y fraseo controlado, dotó de carne dramática a su personaje, equilibrando el color en los registros y sorteando la metalización de los agudos. Para el personaje de Constance Nuria García-Arrés aportó una voz fresca, juvenil, ligera, cargada de ingenuidad e inocencia, brillante en su registro superior. Arteta mostró a lo largo de la noche un problemático estado vocal. Comenzó con evidente inestabilidad en la emisión, con un vibrato que fue suavizándose más adelante. Hubo cambios de color en los pasos de registro, con una franja superior más chillada que cantada y un grave desguarnecido, sin apoyo y abierto. Su mejor momento fue el diálogo con su hermano en el acto segundo. El resto de las monjas tuvo un excelente correlato canoro, en el que cabe señalar las estupendas prestaciones de María Luisa Corbacho y Beatriz Lanza, sin desmerecer al resto.
David Alegret, con su timbre penetrante, un punto nasal pero brillante, fue el protagonista de toda la primera escena merced a su emisión firme y su fraseo muy cuidado. Estupendo Esteves como el padre de Blanche y a un muy buen nivel Montero, Pacetti y los demás cantantes masculinos. Y una nota de matrícula de honor para el coro femenino, que hizo de la escena final un momento tan intenso en lo emocional como brillante en los musical. Andrés Moreno Mengíbar
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