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Por Publicado el: 09/03/2013Categorías: Crítica

DiDonato se acerca a Bartoli

Temporada del Teatro Real

DiDonato se acerca a Bartoli

Reinas del melodrama. Obras de Cesti, Scarlatti, Monteverdi, Vivaldi, Orlandini, Hasse, Haendel, Porta, Gluck, etc. Joyce DiDonato, mezzo. Il Complesso Barocco. Dmitry Sinkovsky, violín y dirección. Teatro Real. Madrid, 8 de marzo.

DiDonato es figura querida en Madrid, por sus recitales en la Zarzuela y por sus actuaciones en el Real, donde ha cantado “Cenerentola” (2001), Ariadne auf Naxos” (2006), “Idomeneo” (2008) y “Caballero de la rosa” (2010) y un concierto con Rousset (2008). Volvía ahora, dentro de una gira por varias ciudades españolas, con un programa bautizado como “Reinas del melodrama”, centrado en personajes barrocos, y acompañada por Il Complesso Barocco en concepto muy similar a los últimos de Cecilia Bartoli: arias de autores desconocidos con alguna popular para compensar y entorno con grupo de instrumentos originales. Análogos conceptos, ambas mezzos, pero con enfoques muy diferentes dadas las capacidades y personalidades respectivas. Si Bartoli concibe las arias de bravura barrocas como un vehículo para la exhibición vocal casi circense, DiDonato las templa buscando una justa medida, en parte porque no representan lo que más encaja a su voz. Ambas se entregan y saben expresar, la italiana con un caudal vocal mucho más pequeño.

La tarde brindó amplias ocasiones para el deleite, porque DiDonato es una artista en toda regla. Habría que destacar “Madre diletta, abbracciami” de Giovanni Porta o también la propina de Keiser “Lasciami piangere e moriré”. Cantó también a gran nivel, con mucho equilibrio, templando las suertes, “Sposa, son disprezzata” de Giacomelli y “Piangeró la sorte mia” del “Julio Cesar” haendeliano. Sin embargo no pudo evitar los recuerdos, en quienes los poseemos, de Caballé y Berganza. La catalana emocionaba en la primera con la belleza incomparable de su voz, medias voces y filados, mientras que la madrileña en la segunda lograba llegar a lo más profundo del corazón. Estas cosas conviene no olvidarlas para saber siempre donde nos hallamos.

La acompañó muy bien Il Complesso Barocco, aunque a veces con demasiado volumen y su director, Dmitry Sinkovsky se lució en el “Concierto para violín RV 242” de Vivaldi, provocando tantas ovaciones como las dirigidas a la mezzo. Curioso que los mayores triunfos de Mortier esta temporada sean un Donizetti cantado por una veterana de 66 años y un concierto barroco a cargo de una de las divas a las que cuidó Antonio Moral . Gonzalo Alonso

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