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Por Publicado el: 12/08/2012Categorías: Crítica

Dionne Warwick y la saga familiar

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Festival de Perelada
Dionne Warwick y la saga familiar
Dionne Warwick y conjunto instrumental. Castillo de Perelada, 11 de agosto.
¿Irás a Perelada ver a Jonas Kaufmann? No, voy para Dionne Warwick. ¿Y quién es esa? Este dialogo tuvo lugar con alguien veinte años más joven que yo. Los de mi edad sabemos perfectamente quien es Dionne, porque hemos crecido y envejecido con sus canciones. Curiosamente también lo conocen los que ahora tienen veinte años, como conocen y disfrutan con Beach Boys, Beatles o Rolling más que con las bandas actuales. Este revival queda bien reflejado en la prensa. Nunca se ha escrito tanto de artistas tan maduros.


Warwick tuvo su gran época en sus inicios. Corrían los años sesenta y allí estaba cantando “Walk on by”, “Mensaje a Michael”, “La mirada del amor”, “I’ll never fall in love again” o “Esta chica enamorada”, justo las piezas por las que empezó su concierto. La primera de ellas haría honor a su título -“Siempre hay algo que me recuerda a tí”- pues durante cincuentas años siempre logró sacar adelante un éxito: “Alfie”, “Aquarela do Brasil”, “¿Conoces el camino a San José?”, etc. Algunas de ellas alcanzarían tal popularidad en EEUU que en seguida fueron revisionadas por otros artistas y así Sandie Shaw con la citada “There is always something that remind me you” o Cilla Black y Petula Clark con “Tu no tienes corazón”. Todas ellas desfilaron por Perelada, no en cambio aquellas dos con las que intentó conquistar Italia en italiano -“Dedicato all’amore” y “La voce del silenzio”- concursando en los festivales de San Remo de 1967 y 1968 sin más éxito que la enrme ovación que recibió de un público puesto en pié tras sus agudos. De estos queda hoy poco, pero aún se vislumbran los colores graves que daban el perfecto contraste. Empezó con tal inseguridad, agarrándose la garganta con una mano, que pudo pensarse en una suspensión, pero poco a poco fue recuperándose hasta, tras entonar el tema principal de su último cd editado -“Only trust your heart”- y otros dos del próximo que acaba de grabar conmemorando los cincuenta años en la escena, introducir en el escenario a su hijo mayor para compartir a dúo “Rezo una pequeña oración”, la canción que ella llevó a los números uno como, años más tarde, volvería a hacer Aretha Franklyn. El hijo, con buena voz por arriba, es digno heredero de la saga encabezada por Dionne y su sobrina Whitney Houston. Ambos, después de un peculiar “Bésame mucho” de él en solitario, concluyeron con “That’s what friends are for” para satisfacción de un publico de todas las edades que llenó el recinto y llegó a corear “Heartbreaker” y “What the world needs now”. Todo un reflejo de cincuenta años de música. Ellas -Warwick, Streisand, Bassey, Baez o Mina- y no sólo las bandas siguen ahí para recordárnosla. Gonzalo Alonso

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