Plácido Domingo: “Cuando tuve la COVID pensé que todo podría terminar”
Plácido Domingo: “Cuando tuve la COVID pensé que todo podría terminar”
El tenor y barítono cumple hoy 80 años y lo celebrará con su esposa y dos de sus hijos en Viena, un día antes de su vuelta a la Staatsoper de Viena con “Nabucco”
2021 ha empezado para Plácido Domingo en Viena. Es en esta ciudad donde celebrará hoy su cumpleaños. Junto a su esposa Marta y dos de sus hijos, Plácido Jr. y Álvaro. Habrá tarta, seguro, porque a él le gusta, y mucho, el chocolate. Y optará por el silencio, aunque sea una fecha señalada, aunque hoy cumpla 80 años. ¿El motivo? Que vuelve a subir mañana al escenario de la Staatsoper vienesa con “Nabucco”. La pandemia, que azota como una plaga al mundo el entero, retrasó el estreno. Cantará a puerta cerrada, sin público, pero la obra será grabada y transmitida por ORF III el domingo. En febrero volará a Moscú, donde le espera una “Bohème” con entradas agotadas los días 12 y 14 en el Teatro Bolshoi junto a Aida Garifullina, que será Musetta.
En marzo habrá conciertos en París en Salle Gaveau el día 2, en el Festspielhaus de Baden-Baden el 6, un concierto de nuevo en el Bolshoi el 9 y otra actuación el 8 de abril en el KKL Luzern. Y vuelta a Moscú a mediados de abril, donde será Rodrigo en “Don Carlo” (días 15 y 18) y el Giorgio Germont en “La traviata” ya en el mes de mayo (5 y 8) de nuevo en el Bolshoi.
“La Misa de Requiem” de Verdi, obra que dirigirá el 16 de mayo, le espera en el Teatro Municipale de Piacenza. Verdi, lo pueden comprobar, gana por goleada. Es uno de los compositores a los que adora el cantante. “Otello” es una referencia en su carrera, un hito. Si se le coloca en la tesitura de tener que elegir un papel, de quedarse con un personaje de los más de 150 que ha cantado no lo duda. Otello es Otello, aunque Simon Boccanegra le va pisando los talones. ¿Cómo se retiraría Domingo? Cuando se le pregunta, y lo hemos hecho en unas cuantas ocasiones, su respuesta es inalterable: “Sería después de una representación. Diría entonces que esa era mi última función“. Como cantante de ópera, se entiende. Y por qué no con ese Simon con el que hizo la transición a la cuerda de barítono y con el que pensó, ay, infeliz, que se retiraría hace años. No está en sus planes inmediatos. ¿Ni siquiera padecer COVID le ha hecho replantearse el adiós? “Pensé, sí, que todo podía terminar; sin embargo, conseguí superarlo y volví al escenario y delante del público me sentí más motivado que nunca“, y añade que “ahora cada función que canto significa algo más, como si fuera un regalo que recibo y lo primero que haré el día que deje el escenario será agradecerle a Dios por todo lo que me ha dado”, confiesa.
Desde el martes 13 de agosto de 2019 la vida de Domingo cambió. La agencia Associated Press publicó un reportaje en el que diez mujeres, de las que solo una se identificaba, le acusaron de presuntos abusos sexuales. Él lo ha negado tajantemente y ha lamentado que se le haya sometido a un linchamiento, sin tener en cuenta un derecho elemental como es la presunción de inocencia. El foco mediático entonces se volvió directamente hacia él y comenzó el tsunami de cancelaciones en los teatros de ópera que solo un mes antes presumían con orgullo de tenerle en su cartel. Él, un año y medio después, prefiere mirar hacia adelante, seguir su camino y sueña con regresar a España y poder volver a cantar en Madrid. Este verano no pudo ser el padre de Alfredo en “La traviata“. Pero vendrán otros veranos. Y las puertas, él es optimista, se volverán a abrir.
Ni siquiera cuando ha estado de “descanso forzoso” Domingo se ha “oxidado”. Ha tenido tiempo para pensar. Para callar. Para hacer planes, para respirar de otra manera. La voz está intacta después de haber sufrido el coronavirus, que le postró durante un tiempo en la cama de un hospital en Acapulco en el pasado mes de marzo. Hoy quiere celebrar que cumple 80 años y que ni por ensoñación pensó cuando pisó un escenario por primera vez que estaría a esta edad llenando teatros. Hoy quiere estar con los suyos y que no haya nubarrones en el horizonte. Quién sabe si entre sus planes está ponerse al frente de un coliseo en Iberoamérica. Así nos lo dijo hace unos meses: “América no es solamente Estados Unidos. Es muy grande y hay bastantes teatros donde poder trabajar”. Tiempo al tiempo
Cuando vuelva a Estados Unidos lo hará a un país que tiene desde ayer un nuevo presidente, el demócrata Joe Biden. Conoció a Donald Trump cuando el ex mandatario no sabía que un día llegaría casi a dominar el mundo. Y no veía desencaminado que alguien pudiera escribir una ópera sobre él, aunque confiaba en que Hollywood le tomaría la delantera a la lírica. Si se le pregunta por el relevo él suelta un divertido “¿de quién?” y no deja en el olvido a Jonas Kauffman, Javier Camarena o Xabier Anduaga, ganador de Operalia en 2019 y con un futuro de lo más prometedor. Y si saltamos al terreno pop no le importaría compartir escenario con Adele o Beyoncé. Tampoco con Céline Dion.
Mientras llega lo que tenga que llegar sigue fiel a no madrugar. “Las mejores horas para mí son las de la noche. Si me retiro sobre la medianoche estudio un par de horas, hasta las tres de la madrugada, y si tengo función, más”. Por eso le gusta tanto que los ensayos en España o en Viena sean por la tarde. ¿Ha pensado en su regalo especial para esta celebración? “El regalo es poder estar con los míos“, responde siempre. Y si es acompañado de una victoria del Real Madrid (tiene la sangre blanca y le llena de orgullo decirlo), muchísimo mejor. Felicidades, maestro. De corazón. Gema Pajares
Últimos comentarios