Verdi en Munich
Domingo dirige un Réquiem intercultural
“Misa de Réquiem” de Verdi. C.Gallardo-Domas, F.Brittembourg, M.Berti, I.Abdrazakov. Europa Chor Academie y Youth Orchestra of the Americas. P.Domingo, director. Gasteig. Munich, 6 de agosto
Sin mucho tiempo de preparación se organizó, dentro de la gira europea de la Joven Orquesta de las Américas, un concierto extraordinario para ser grabado en cd y dvd. Se le ofreció la dirección del “Réquiem” de Verdi a Plácido Domingo, quien aceptó. A partir de ahí hubo que cambiar los cuatro solistas para poder contar con figuras adecuadas para la comercialización de un dvd y así se incorporaron Cristina Gallardo-Domas, Marco Berti, Ildar Abdrazakov y Frederika Brittemburg, ésta sustituyendo a última hora a Olga Borodina.
La princesa von Hohenzollern, familia del último emperador alemán y figura muy conocida en Alemania, hizo una breve presentación para recalcar que jamás se habría escuchado un “Réquiem” de Verdi con artistas provenientes de tantos países, lo que probablemente fuera cierto, ya que la Joven Orquesta de las Américas incluye músicos de todo el continente y lo mismo sucede con el Europa Chor Academie, formaciones ambas de calidad casi paralela a su entusiasmo y en las que prácticamente se da el 50% de cada sexo.
La noble presentadora anunció seguidamente al cuarteto solista –recalcando con mucho énfasis el nombre del director de orquesta- pero, al abrirse la puerta de artistas, sólo apareció la concertino. Quedaba claro que no había habido muchos ensayos, pero por ello tiene más mérito la labor de todos los participantes y, muy especialmente, la de Plácido Domingo, pues se logró una versión muy plausible de la obra. Su lectura se caracterizó por los tempos generalmente ligeros, el cuidado atento a los cantantes solistas y las efusiones sonoras en los “Dies Irae”, aunque también logró matizar pasajes de buena factura lírica e intimismo.
Cristina Gallardo-Domas alcanza el mismo éxito en esta nueva etapa de su carrera, con un repertorio más pesado, que en el anterior. Si su Madama Butterfly combina adecuadamente carácter infantil con el más dramático del final, otro tanto sucede en el “Réquiem”, con un “Liberame” muy expresivo. Abdrazakov brilló al mismo buen nivel en la parte del bajo, mientras que a Frederika Brittemburg le faltó carácter y Marco Berti, tenor de moda, resultó algo decepcionante a causa de un exceso de tosquedad. Ni el “Imgemisco” ni el “Hostias” alcanzaron la línea de elegancia y refinamiento precisas. Las ovaciones casi seguían mientras los artistas se habían ya retirado para retocar algunos pasajes de cara al dvd. Gonzalo Alonso