Doña Francisquita en la Zarzuela:
Doña Francisquita en la Zarzuela
Triunfo de Cantarero y Bros
“Doña Francisquita” de Vives. M.Cantarero, J.Bros, R.Pierotti, S.Sánchez Jericó, T.Iglesias, A.Echevarría, L.Moncloa, etc. Orquesta de la comunidad de Madrid y Coro del Teatro de la Zarzuela. Luis Ramartínez, director. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 25 de junio.
Por esas cosas raras de la vida que en este caso no se trata más que de disponibilidad de fechas, se presentó por fin en el teatro de la Zarzuela el reparto estelar de “Doña Francisquita” y con él las representaciones suben muchos enteros. Para decirlo en pocas palabras: en el local de la calle Jovellanos se vuelve vivir la emoción y el calor de las temporadas líricas que desaparecieron tras la inauguración del teatro Real.
El público se entrega y se entusiasma y los cantantes aún dan más de sí con esa reacción. La mayor ovación de la noche aquí comentada fue para José Bros después de la esperada aria “Por el humo se sabe…”, dicha con el mérito de que parezca espontánea la emotividad y entrega del tenor cuando toda ella está muy estudiada en aras de lograr una musicalizad intachable y el grado justo de corazón. Hace muchos años que no escuchaba cantar así este aria y con eso está dicho casi todo, si se tiene en cuenta que Juan Diego Flórez la interpretó también en su pasado recital madrileño. Mariola Cantarero es una Francisquita de rompe y rasga, con la voz ideal para el papel. Las coloraturas del aria del segundo acto sonaron limpias y no con la voz de pito de tantas que catan el papel. Los graves de Raquel Pierotti como la Beltrana supusieron un aliciente añadido, así como también el concepto más centrado en el género de Luis Remartínez, aunque se pecase de exceso de volumen. Un triunfo apoteósico para la conocida producción de Emilio Sagi gracias a un reparto que un buen aficionado no debería perderse. Gonzalo ALONSO
Doña Francisquita en la Zarzuela
Segundas partes…
“Doña Francisquita” de Vives. M.Poblador, M.Martín, D.Schmunk, S.Sánchez Jericó, T.Iglesias, A.Echevarría, L.Moncloa, etc. Orquesta de la comunidad de Madrid y Coro del Teatro de la Zarzuela. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 18 de junio.
Volvió al teatro de la Zarzuela, para cerrar temporada, la producción que estrenara Emilio Sagi en el Colón de Buenos Aires en 1966 y que después pudo verse también en Madrid. Sagi, junto a Frigerio y Squarciapino, lograron un espectáculo en el que la belleza es elemento permanente y la unidad existe de principio a fin. Alabé entonces y lo sigo haciendo el esfuerzo por ligar a nuestro género a grandes figuras internacionales, aunque en algunas ocasiones pueda difuminar la personalidad del género. Algo de ello hay en la presente producción, que pierde casticismo para ampliar su territorialidad y así los decorados a base de soportales con grandes pilares pueden tener inspiración en los de la calle Toledo, pero también pueden servir para cualquier otra ciudad europea. Otro tanto sucede con los figurines o con la ambientación carnavalesca del arco de Cuchilleros, aunque la puesta de sol sobre el Palacio de Oriente y San Francisco, supuestamente vista desde la pradera de San Isidro, ayude a recuperar el ambiente original. En cualquier caso estamos ante una magnífica producción que responde al concepto de lo que debe hacerse con la Zarzuela.
Dice el refrán que “segundas partes nunca fueron buenas” y aquí estamos en dobles segundas partes. Segundas partes respecto a las representaciones de hace años, con María Bayo y José Bros como pareja protagonista. Milagros Poblador es voluntariosa y sirve bien los registros altos, pero a la voz le falta carne y lo mismo le sucede a Darío Schmunk, con bonito timbre y buen decir pero muy limitado caudal vocal. En la interpretación de Milagros Martín sobresale la desenvoltura sobre la vocalidad. Alfonso Echevarría pone la intención, pero Don Matías precisa mayor autoridad y que el timbre suene más “gastado”. Convencen Trinidad Iglesias y Santiago Sánchez Jericó. Todos ellos resultan con frecuencia apagados por la orquesta, en donde José Ramón Encinar aporta más orden que inspiración y es que los tempos y el gracejo del género no se aprenden en dos días.
Triunfo total para el estreno, pero no cabe perderse, y volvemos al concepto inicial de “segundo reparto”, las representaciones con Mariola Cantarero y José Bros. Gonzalo ALONSO
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