Edmon Levon

El  25 de mayo debutó en la dirección de la Jenaer Philharmonie el joven español Edmon Levon. El programa, inspirado inspirado en los cuentos de las Mil y una noches, se compone de música de Uvil Cemal Erkin, Fazil Say y Korsakov.

Edmon Levon nació en Sofía, Bulgaria, y años más tarde vino a España con su familia, amantes y profesionales de la música que le han inculcado su amor por este arte. Formado como violinista en el Real Conservatorio Superior “Victoria Eugenia” de Granada, tras formar parte de la plantilla de la Filarmónica de Jena (Alemania) durante una temporada, se convierte en 2009 en el violinista más joven en superar las audiciones de la Orquesta Ciudad de Granada, de la que forma parte en la actualidad.

Tras una excedencia voluntaria en la OCG, Levon persigue su vocación, la dirección de orquesta. Graduado del Máster de dirección de orquesta en la Royal Northern College of Music en Manchester y seleccionado para el prestigioso Máster Nacional de Dirección de Orquesta de Holanda, Edmon destaca por su agudeza auditiva y búsqueda incesante de nuevos colores orquestales, dinámicas precisas y frases musicales. Ha dirigido orquestas como la Orquesta Ciudad de Granada, la Orquesta Sinfónica de Hamburgo, la Filarmónica de Argovia (Suiza) y la Filarmónica de Moscú, y desde Enero de 2013 es Director Titular de la Orquesta Escuela de la Joven Orquesta Sinfónica de Granada.

Como director titular de la Northern Lusofonia Orchestra en 2015-2017, Edmon dirigió numerosos estrenos en Reino Unido de obras de compositores españoles y portugueses tales como Òscar Colomina y Joly Bragas Santos. Como director asistente, Edmon ha trabajado con John Storgårds y la Orquesta de la Radio de Berlín o con Juanjo Mena  y la BBC Philharmonic.

El programa comenzó con la “Obertura de Danza” del compositor turco Ulvi Cemal Erkin, miembro del grupo de “Los Cinco Turcos”, música clásica inspirada en melodías de diferentes etnias. A continuación se escuchó el Concierto para violín “1001 Noches en el harén” de Fazil Say, dividido en cuatro movimientos a modo de historias que se desarrollan en un harén, con presencia de instrumentos turcos y gran virtuosismo. Tras el intermedio, la gran Scheherazade de Korsakov.