El Castillo de Barba Azul, un concierto con aspectos sorprendentes

EL CASTILLO DE BARBA AZUL (B. BARTOK)

Gran Teatre del Liceu de Barcelona. 12 Abril 2024

Versión de Concierto

Vuelve esta magnífica ópera de Bela Bartok al Liceu de Barcelona, donde se pudo ver por última vez en noviembre de 2007, cuando contó con la misma dirección musical que ahora, es decir con la batuta de Josep Pons.

No llama la atención que vuelva a ofrecerse la ópera nuevamente, ya que en los últimos años El Castillo de Barba Azul se ha convertido casi en ópera de repertorio, estando programada por todos los teatros importantes del mundo. Resulta, en cambio, claramente llamativo el hecho de que el Liceu la ofrezca en versión de concierto y, sobre todo, como único título de la noche. Es la primera vez que veo esta ópera como título único, ya que siempre la he visto en compañía de otra ópera o bien de algún concierto sinfónico. No hay que olvidar que la ópera apenas llega a una hora de duración y se da, obviamente, sin intermedios. 

Aparte de sorpresas como las apuntadas, hemos asistido a un buen concierto, aunque en mi opinión se ha quedado algo corto en aspectos vocales. 

Como digo más arriba, nuevamentre la dirección musical ha estado en manos de Josep Pons, que es el actual director musical del Liceu. Si en la ocasión referida de 2007 su dirección fue convincente, lo mismo puedo decir en esta ocasión. Pons encuentra su mejor terreno de juego en óperas post románticas y así lo ha demostrado una vez más. Su lectura ha sido francamente buena y ha demostrado que domina perfectamente la partitura. A sus órdenes estuvo una muy numerosa Orquesta Sinfónica del Liceu, que tuvo una buena actuación.

Es bien sabido que en esta ópera dos son los únicos personajes canoros. Me refiero a Barba Azul y a su recién desposada Judit. Aunque los dos tienen intervenciones importantes, suele ser la mezzo soprano que encarna a Judit la que más destaca, al contar con música de mayor impacto. En mi opinión, no ha sido así en esta ocasión.

Josep Pons

Barba Azul ha sido el barítono americano Nicholas Brownlee, que sustituía al inicialmente anunciado, Gabor Bretz. No había tenido oportunidad de verle sino en una ocasión anteriormente y era en un personaje un tanto reducido. En esta ocasión su actuación ha sido digna de ser destacada. Su voz tiene calidad, aunque su timbre es más claro que lo habitual en un barítono, mientras que su emisión y proyección son dignas de ser destacadas, ya que en ningún momento tiene dificultades para que su voz llegue con claridad a la sala, aunque cuente en esta ópera con una orquesta muy numerosa y exigida. Por otro lado, expresa bien sus sentimientos y podemos hablar de una actuacion destacada. Me llama la atención que esté anunciado como Wotan en Múnich, ya que su voz me parece un tanto clara para el dios.

Judit era la mezzo soprano rusa Viktoria Karkacheva, cuyos medios vocales me parecen insuficientes para el personaje que nos ocupa.  La voz tiene calidad en el centro, pero su emision deja que desear y tiene dificultades para llegar a la sala, especialmente en una ópera que requiere una orquesta tan importante como ésta.

El concierto comenzó puntualmente, teniendo el buen gusto Josep Pons de recordar al director Michael Boder, recientemente fallecido y que fue director musical del Liceu hace años. La duración musical fue de 56 minutos, sin intemedios. 

El Liceu ofrecía una ocupación de alrededor del 75 % de su aforo, con los mayores huecos en los pisos altos. El precio de la localidad más cara era de 271 euros, habiendo butacas de platea desde 135 euros. La localidad más barata con visibilidad plena costaba 58 euros. José M. Irurzun

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José M. Irurzun