Critica: El Contagioso entusiasmo del ADDA Simfónica llega a Llíria
El contagioso entusiasmo del ADDA Simfònica llega a Llíria
Obras de Shostakóvich, Esplà y Prokófiev. C. Apellániz, piano. ADDA Simfònica, J. Vicent. Teatro de la Banda Primitiva, 23 de julio de 2022, 22.30.
La tercera jornada del Festival de Llíria estuvo marcada por la esperada visita de la orquesta ADDA Simfònica. La orquesta alicantina fue fundada en 2018 bajo el impulso de su director titular Josep Vicent y el soporte de la Diputación de Alicante. En este breve periodo, se ha convertido en un referente en Alicante situando a la localidad en el panorama sinfónico nacional y cubriendo un espacio necesario en una de las ciudades más importantes de la costa mediterránea. Era de justicia que Alicante contase con una orquesta. La joven agrupación sorprende por la madurez que demuestra, pero, muy especialmente, por el entusiasmo que contagia. En ese sentido, parece el vívido reflejo de su director, Josep Vicent, músico apasionado que se deja la piel en todo lo que hace.
Comenzó el concierto con una pomposa versión de la a su vez pomposa Obertura Festiva Op. 96. A continuación el que resultó ser el plato fuerte de la noche, a saber: la Sonata del Sur del alicantino Óscar Esplà. Bien se podría llevar al disco esta versión tanto por la calidad de su solista, Carlos Apellániz, como la de la orquesta y el director. Apellániz ya había interpretado esta obra hace unos meses con la Orquesta de Valencia y volvía a enfrentarse a la misma con esa seguridad técnica que hace que sea uno de los pianistas españoles más dotados de la actualidad. Pero, además, desplegó su connatural buen gusto e intuición musical haciendo de su interpretación toda una creación. Tuvo en Josep Vicent y el ADDA Simfònica los mejores aliados. Orquesta y director se mostraron atentos a cada detalle de la partitura en una interpretación flexible, llena de matices dinámicos y de colorido orquestal. Como bis el pianista ofreció un Étude-Tableaux de Rachmáninov.
En las exquisitas notas al programa que Martín Llade había escrito para este programa, se podía leer: “Nunca ha alcanzado como en Romeo y Julieta la música de Prokófiev tales cotas de sensualidad descarnada, violencia y alborozo, con sus guiños a bailes de enmascarados y a la música italiana de renacimiento.” Estas mismas líneas servirían para definir la interpretación que el ADDA cofreció. Interpretaron la segunda suite y cerraron con la Muerte de Teobaldo. Fue, probablemente, este último número el que más impresionó con un rendimiento insuperable de la cuerda en una versión intensa y precisa. La orquesta logró una ovación cerrada de la audiencia que se congregó en el precioso teatro de la Banda Primitiva de Llíria. Tres bises ofrecieron: en primer lugar una arrolladora versión de la segunda parte del Danzón nº2 de Márquez. En segundo lugar, una versión de Obivion de Piazzola para violín y orquesa. Fue su intérprete solista Alejandro Carreño quien no solo fue un excelso intérprete del bis, sino un concertino de lujo durante todo el concierto. Por último, sorprendieron con la interpretación de la Marcha Imperial de Star Wars que Vicent quiso incluir en conmemoración del noventa aniversario de John Williams. César Rus
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