Alessandrini en la Fundación Juan March
Alessandrini en la Fundación Juan March
Este martes, a las 19:00 horas, con repetición el miércoles 14 de junio, y con la interpretación al clave de Rinaldo Alessandrini, se ofrece en la Fundación Juan March el concierto “María Bárbara de Braganza, clavecinista”, suspendido por motivos de salud del intérprete el pasado mes de marzo.
Este concierto forma parte del ciclo de Viernes temáticos, que esta temporada ya finalizada, ha estado dedicado, de octubre a mayo, un fin de semana de cada mes, a Música en las Cortes del Antiguo Régimen.
Como es habitual en este formato habrá una presentación previa del profesor titular de Musicología de la Universidad de Salamanca, José Máximo Leza, con el título de “Mecenas e intérprete: María Bárbara de Braganza”.
El clavecinista, organista y fortepianista italiano Rinaldo Alessandrini, interpreta obras de Domenico Scarlatti (1685-1757), de Carlos de Seixas (1704-1742) y de Sebastián Albero (1722-1756).
Desde 1720, Domenico Scarlatti acompañó a María Bárbara de Braganza en las cortes de Portugal y España. Muchas de sus sonatas fueron concebidas para su alumna, experta clavecinista, aprendiz de compositora e impulsora de una extraordinaria colección de instrumentos.
María Bárbara de Braganza (1711-1758) “se divertía en componer, tañer y cantar con bello estilo y destreza plausible”. Además, “poseía un conocimiento muy profundo de la música y de sus artificios más sutiles”. La hija de Juan V de Portugal había nacido en 1711 y en Lisboa tuvo como profesor de música a Domenico Scarlatti. La corte portuguesa era entonces un importante núcleo cultural, y a su servicio figuraban, además de Scarlatti, compositores como Carlos de Seixas. En 1729, María Bárbara contrajo matrimonio con Fernando VI en Sevilla. Scarlatti acompañó a la reina en la corte española, y allí permanecería hasta su muerte.
Durante su reinado, María Bárbara ejerció una importante labor como mecenas. Consiguió mantener en a la corte española al castrato Farinelli y promovió la representación de espectáculos operísticos en el Coliseo del Buen Retiro y en los Reales Sitios. Además, favoreció al compositor e historiador musical Giovanni Battista Martini, quien le dedicó el primer tomo de su pionera Storia della musica. La reina mereció el reconocimiento de los músicos y aficionados de su tiempo, y si Scarlatti aseguraba que su discípula tenía “maestría en el canto, música y composición”, Benito Jerónimo Feijóo afirmaba que poseía “todos los primores de la Música, en cuanto ciencia, y en cuanto arte; esto es, la teórica, y la práctica”. Aunque no nos han llegado las composiciones de esta reina melómana (que muy posiblemente llegaron a existir), no cabe duda de sus virtudes como clavecinista. Las sonatas de Scarlatti, pero también las de Albero, músico de cámara de la corte, deben mucho al impulso de María Bárbara de Braganza.
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