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Por Publicado el: 19/10/2007Categorías: En la prensa

El Palau de les Arts, siete días cerrado por inundaciones. EL MUNDO 19/10/2007

El Palau de les Arts, siete días cerrado por inundaciones

El edificio diseñado por Calatrava sufre graves desperfectos a causa de las lluvias torrenciales

CARLOS AIMEUR / DANIEL BORRAS

VALENCIA.- El dios de la lluvia llora sobre Valencia y el flamante Palau de les Arts de Calatrava se ahoga. Hace ya una semana, una fuerte tromba de agua descargó 169 litros por metro cuadrado sobre la ciudad. En apenas unas horas, el subsuelo del edificio, que descansa sobre el lecho seco del Turia, se vio inundado por segunda vez en 15 días.
Pero si en aquella ocasión la extracción del agua evitó males mayores, en ésta la huella ha sido devastadora. El agua penetró en el corazón eléctrico del complejo, que Calatrava ubicó en la cota inferior del mismo, reventó puertas y se introdujo por todos lados. El teatro Martín y Soler quedó lleno de agua hasta la tercera fila durante la madrugada del jueves al viernes pasado. Para evitar males mayores, se cortó la luz. Las bombas estuvieron sacando agua toda la noche y parte del día siguiente, pero ya era demasiado tarde.

Han pasado siete días y todavía no se ha reestablecido el fluido eléctrico. Los cuatros transformadores siguen apagados. Con dos bastaría para poner en marcha la maquinaria, pero hay que esperar. La primera previsión que se maneja es que se volverán a conectar el 25 de octubre. Entonces se comprobarán los desperfectos y el estado de la maquinaria, incluida la plataforma móvil escénica, clave para poder cumplir una programación que combina hasta dos óperas por semana.

Desde el complejo artístico se ha impuesto una férrea ley del silencio. Se impide el acceso de cámaras. La información que llega es limitada. Los trabajadores acuden todos los días a fichar y se van a casa, ya que no se les permite el acceso a sus oficinas. Se ha intentado mantener una imagen de normalidad. Hasta este miércoles se siguió vendiendo abonos de temporada, pero ayer llegó la primera señal de debilidad. La dirección del coliseo confirmaba que suspendía la venta de entradas prevista para hoy. Fuentes de la Generalitat valenciana cedían al pesimismo. Hay orden de salvar «como sea» la temporada, pero se estima que existe un «99,9%» de posibilidades de que haya que cancelar el estreno de Carmen de Bizet, con dirección de Carlos Saura y Lorin Maazel, que estaba previsto que abriese la segunda temporada el 27 de octubre.

«Debemos ser optimistas», insistían desde el Palau de les Arts. Pero no hay muchos motivos para ello. El vestuario y diversos elementos de la escenografía de la ópera 1984, de Lorin Maazel, segunda de la temporada, se encontraba en las plantas bajas, las inundadas. «Está deteroriado, pero no sabemos cuánto», reconocían desde el complejo. El decorado no se puede subir a las plantas superiores para ser reparado.

Los ensayos de Carmen se han tenido que trasladar al Palau de la Música, donde acuden todos los días los músicos y el Coro de la Generalitat, mientras que los cantantes ensayan en el Conservatorio Superior, a unos 200 metros de ambos. Carlos Saura, sin escenario, ve pasar las horas en el hotel. Ayer se paseó por el Coliseo.

La crisis está ahora en manos de los técnicos de la oficina de Santiago Calatrava, que han tomado el edificio. Desde el estudio se culpó al Ayuntamiento de Valencia de haber provocado las inundaciones con el jardín que se está construyendo en las inmediaciones, que está más elevado y desplaza el agua hacia el Palau de les Arts.

Fernando Benzo, portavoz de la oficina del arquitecto en Valencia, eludió responsabilidades porque se trata de problemas que, dijo este lunes, no son «competencia ni del proyecto ni del edificio». Según explicó ofrecieron una solución al presentar el proyecto inicial: crear una lámina de agua que haría de cauce para desviar el agua. El Ayuntamiento la desestimó. Hubo un segundo intento de pactar esta remodelación, en el año 2000, que tampoco cuajó debido a la «tensión existente en ese momento entre las administraciones implicadas», y otro más reciente, el pasado 24 de septiembre, cuando en una reunión entre el estudio, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el consistorio, se decidió optar por otra solución, prolongar el colector que existe en la actualidad. Un remedio que «no es suficiente», según Benzo.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, eludió la polémica. «No voy a entrar en contradicción con un Hijo Predilecto de la Ciudad», comentó, recordando que desde su alcaldía se le había concedido esa distinción el 8 de octubre, tres días antes de las lluvias. Calatrava no ha visitado el edificio en todos estos días. Ayer se comentaba que estaba en Nueva York.

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