El retorno del Jedi
Cristina Vazquez, quien trabajase por años en el Teatro de La Zarzuela y llevase diversas responsabilidades luego en el Festival Mozart de La Coruña hasta no serle renovado su contrato, ha tenido que aconsejar a su marido, Alberto Zedda, que no cancelase sus previstas actuaciones en el Festival Mozart para que nadie pudiese decir que ella era la causante de ello. A veces hay que tragar cada sapo… Pues Vázquez parece que ha dicho que no a la suculenta oferta para que fuese directora de producción en el Palau de les Arts. El actual responsable, que pidió la excedencia en la Bastilla, se vuelve allí, donde la vida es más tranquila y donde no hay un Calatrava con quien haber podido caer en desgracia.
Por cierto, se aseguró que Pinamonti seguiría en el San Carlo de Lisboa a pesar de dirigir el Festival Mozart, pues va a ser que no. No le han renovado el contrato y ni siquiera esperan a que lo finalice. Vamos, que no tienen inconveniente en que se vaya ya. Se dice que sus razones económicas hay….
¿No habían asegurado que se subía el sueldo en el Real a Antonio Moral respecto a lo que cobraba Emilio Sagi porque iba a tener presencia y dedicación exclusiva? ¿por qué entonces le llaman “Heidi” y por qué fue el responsable del cambio de programa en el recital de la mezzo DiDonato en la Zarzuela si ya no tienen nada que ver con el ciclo de lied?
Sorpresa, sorpresa para casi todos el que Abbado aparezca en la temporada del Teatro Real pero claro, sólo dirigirá dos representaciones de un “Fidelio” del que habrá tres. La verdad es que más que una temporada parece un festival, que encantará a los eruditos y dejará impávido al gran público al que habría que aficionar. Porque el Real no puede ser un teatro en donde se programe lo que gusta a los eruditos, porque paga el erario público, es decir, el pueblo.
Pues con “Fidelio” en todos los demás festivales, y en el del Real incluido, irá el Coro de la Comunidad de Madrid, lo que supone un impresionante refrendo artístico.
Y, ya que hablamos de contratos, hablemos del más sonado en nuestra España musical. Se dice, pero no es cierto, que está a punto de vencer el de Helga Schmidt como directora del Palau de les Arts valenciano. No vence hasta 2009, pero a muchos les gustaría que no fuera así. Desde luego lo que sí se comenta es que, pasadas las elecciones autonómicas, cambiarán muchas cosas y hasta, eso sí, podría perder el tampón de los asuntos económicos. Vamos, que no se quiere que todos los papeles acaben amontonados en su mesa. Tan amontonados como para que lleguen cartas de abogados de artistas reclamando honorarios impagados. Al menos a Cristina Gallardo-Domás ya le fueron abonados los suyos. Y el caso es que los espectáculos causan envidia. Y también la orquesta, gran empeño personal de la señora Schmidt.
Se anunció como la traca del próximo Festival de El Escorial una “Forza del destino” a cargo del Mariinsky y Gergiev. La cosa tendría su sentido puesto que la ópera se estrenó en San Petersburgo, pero parece que el destino no la quiere en los dominios de Felipe II. No cabe en el escenario del teatro. Posiblemente se ofrezca “Eugenio Onieguin” y uno se pregunta para qué traer una producción tan costosa si en Santander y Pampolona se ofreció una magnífica de Giancarlo del Monaco por dos duros. Alguien no querrá perder su comisión millonaria. Y pocas ideas debe haber cuando, a tres meses de su apertura, se esté tratando de que ésta la haga Cecilia Bartola. Que no lo hará.
Y, puestos con coros, ¿por qué querrá, si son ciertos los rumores, José Antonio Campos separar el Coro Nacional de la Orquesta? Seguro que Jesús Clavero, gerente de ambos cuerpos, seguirá en la orquesta pero preferiría irse al coro.
Si el Coro de la CAM está feliz con el citado “Fidelio” la Orquesta lo está con su próxima ida a Turín y con los royalties de su disco con Villazón y Domingo, que se vende como rosquillas hasta en Nueva York. Allí parece que pueden ser perfectamente complementarios Meter Gelb en el Metropolitan y Gerard Portier en el New York City Opera. El uno en plan popular, pero con calidad y el otro con las exquisiteces para eruditos.
La Orquesta de la CAM toca en la Zarzuela y en la Zarzuela se programa para la temporada próxima una “Generala” de Emilio Sagi que también viajará al Chatelet parisino.
BECKMESSER