El Teatro Colón soslaya la crisis en su nueva temporada

Vista exterior del Teatro Colón

Ni siquiera la crisis económica y social que vive Argentina logra amilanar al Teatro Colón de Buenos Aires, que acaba de presentar su temporada 2024. Una cita cargada de opulencia, grandes nombres, variedad y esa calidad y excelencia que se le presupone al que es y siempre ha sido uno de los grandes corazones líricos del planeta. Ópera, ballet, conciertos sinfónicos y líricos, recitales, el Festival Argerich y un ambicioso proyecto educativo son las claves de una temporada en la que sucederán nombres como Martha Argerich, Charles Dutoit, Homero Francesch, Boris Giltburg, Nelson Goerner, Narek Hakhnazaryan o Yuja Wang. Entre los españoles, destacan Calixto Bieito, Manuel Hernández Silva, Juan Pérez Floristán, Javier Perianes y el compositor Jesús Torres, de quien se presentará en abril y mayo, en coproducción con el Palau de les Arts de València, la ópera Tránsito, “una partitura magistral que ha marcado la creación contemporánea lírica iberoamericana”, según la nota de Prensa emitida por el propio teatro bonaerense.

La creciente inflación y la devaluación diaria, además de la restricción de divisas que sufre Argentina, limitan drásticamente la posibilidad de continuar con el camino de expansión e inserción internacional que el Colón inició en los últimos años. A pesar de estas dificultades financieras, que marcan una temporada en la que la austeridad es santo y seña, la nueva temporada -primera tras la partida de Augusto Techera en septiembre pasado al Teatro Maestranza de Sevilla, tras siete años al frente de la programación del Teatro Colón- logra mantener la tradicional excelencia que siempre ha marcado el día a día de un teatro habituado a lo mejor de lo mejor.

De las ocho óperas que vertebran la Temporada 2024 solo una es una producción internacional con director de escena extranjero: la célebre Carmen de Bizet de Calixto Bieito, programada en julio. Los siete restantes títulos, todos serán firmados por directores de escena argentinos, y cuatro son reposiciones de producciones propias: Ariadne auf Naxos de Strauss (Marcelo Lombadero), Turandot de Puccini (Roberto Oswald), Einstein on the beach (Martin Bauer) y El Cónsul de Menotti (Rubén Zsuchmacher). Las tres nuevas producciones son Un ballo in maschera de Verdi, con Rita Cosentino como directora; Orfeo en los infiernos, la opereta de Offenbach, con dirección de Pablo Maritano, y Aurora, de Héctor Panizza, ópera nacional por excelencia de Argentina, y rareza absoluta, mezcla de verismo tardío y nacionalismo exaltado, que según explicó Jorge Telerman, el todopoderoso director general y artístico del Colón, en la presentación oficial de la temporada: “ha dado nombre y sentido a la misma”. “Aurora”, prosiguió Telerman, “es la ópera que marcó la aurora de la nación argentina, y ahora quiere ser también signo del amanecer de un nuevo tiempo”.

La austeridad se siente en la ausencia de los grandes cantantes internacionales que tradicionalmente frecuentaban la escena del Colón. Atrás han quedado ya los elencos de los últimos años que incluían nombres como Netrebko, Camarena o Sierra; apenas algunos argentinos de mayor proyección internacional como Carla Filipcic Holm (Ariadne y El Cónsul), Marcelo Puente (Calaf en Turandot) o Fabián Veloz (Renato en Ballo), encabezan los repartos y una pléyade de artistas nacionales o latinoamericanos conforman los elencos.

También faltan grandes nombres entre los directores musicales que ocuparán el foso en las óperas. Lo más interesante es Kakhi Solomnishvili, fantástico director georgiano de ascendente carrera, que tendrá a su cargo las funciones programadas de Carmen de Bizet.  Günter Neuhold dirigirá Ariadne auf Naxos, Carlos Vieu y Beatrice Venezi compartirán la dirección de Turandot, Marcelo Ayub hará lo propio con El Cónsul, Christian Baldini tendrá a su cargo Orfeo en los infiernos y Ulises Maino dirigirá Aurora. El futuro prevé tres óperas contemporáneas que auguran “nuevos y esperanzadores horizontes”: Kasandra, ópera de cámara con música de Pablo Ortiz y texto del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco, que verá la luz en agosto de 2024;  Dementia, encargada a Oscar Strasnoy, compositor argentino radicado en Berlín, sobre libreto de la escritora argentina -también radicada en Europa – Ariana Harwicz (abril/mayo de 2025); y la ya citada Tránsito, de Jesús Torres, 

En cuanto a la temporada sinfónica, las dos orquestas residentes en el Teatro (la “Estable del Colón”, y la Filarmónica de Buenos Aires) ocupan protagonismo absoluto. El jubileo por los 150 años del nacimiento de Arnold Schönberg, la conmemoración de los 100 años de la muerte de Giacomo Puccini y un recuerdo por el bicentenario de Anton Bruckner vertebran las series sinfónicas de la gran sala porteña. Los Gurre-Lieder, con Alejo Pérez en el podio con la Orquesta Estable en setiembre, y el Pelleas und Melisande con Zoe Zeniodi, en el concierto de apertura de la Filarmónica en abril, serán los dos platos fuertes de Schönberg.  La escueta obra sinfónica de Puccini y la Misa de Gloria serán el tributo al compositor verista italiano con el español José María Moreno y el italiano Gianluca Martinenghi (abril/mayo) y la Cuarta de Bruckner con Fabio Mechetti en noviembre, conforman el compendio de homenajes.

En la temporada sinfónica destacan igualmente las batutas invitadas de Srba Dinic con dos programas (Cuarta sinfonía de Schumann, y Concierto para orquesta de Bartók); Paolo Bortolameolli (Suite de El caballero de la rosa), Elias Grandy (con el Poema del éxtasis de Scriabin), y Manuel Hernández Silva, quien dirigirá la Décima sinfonía de Shostakóvich. La Orquesta Estable tendrá como invitados a Julian Kuerti (Quinta sinfonía de Shostakóvich), Sylvain Gasançon (con los tres ballets rusos de Stravinski), José María Moreno (Misa de Gloria de Puccini);  Keri-Lynn Wilson (Novena sinfonía de Beethoven) y Charles Dutoit, con un programa aún por determinar. 

Entre los solistas sobresalen el cellista Narek Hakhnazaryan, Medalla de Oro en el XIV Concurso Internacional Tchaikovski de Moscú en 2011, que hará las Variaciones Rococó; el legendario pianista uruguayo Homero Francesch (Concierto Emperador de Beethoven); el  tubista colombiano Richard Alonso Díaz, y el barítono uruguayo Alfonso Mujica (Canciones del camarada errante de Mahler).

Más de cincuenta funciones de ballet y el Festival Argerich -que este año se celebrará entre el 3 y el 18 de agosto, en pleno invierno porteño- completan una temporada en la que el arte, el empeño y la tradición sortean y se imponen a la crisis y a su consecuente austeridad. Frente a la adversidad, el Colón, buque insignia y escaparate de lo mejor de Argentina, es y seguirá siendo uno de los grandes teatros del planeta. Per saécula saeculórum. Justo Romero.