EL TEATRO DEL ESCORIAL
EL TEATRO DEL ESCORIAL
Nuevo Teatro y Festival en El Escorial: una ambición por desarrollar
Ayer fue presentado a la prensa el nuevo Teatro del Escorial -en realidad su nombre oficial parece será “Auditorio-Teatro de San Lorenzo de El Escorial”- que será inaugurado el próximo 3 de julio, así como el primer festival que albergará. Sin embargo la historia hasta llegar a ese día es larga y poco conocida. Estamos ante uno de los pocos proyectos de equipamiento musical cuya construcción no ha generado polémica alguna. Quizá ésta llegue a la hora de los contenidos.
En junio de 1999 saltaba a los periódicos la noticia de que el entonces Presidente de la CAM prometía un nuevo Auditorio en El Escorial. Meses antes, en una reunión en Sol con la participación de Ruiz Gallardón, el Presidente del Patrimonio Nacional, el Alcalde de San Lorenzo, el Consejero de Cultura y un par de personas muy vinculadas al Real Sitio, se decidió poner en marcha un proyecto del que se venía hablando desde hacía tiempo sin llegar a ninguna concreción. Gustavo Villapalos, entonces Consejero de Cultura y exrector de la Universidad Complutense que promueve los cursos de verano en la Villa, se refería a San Lorenzo como el futuro Salzburgo español y planeaba un auditorio en la falda de Abantos, justo donde se ubica una antigua presa. Con mayor mayor humildad -de Salzburgo se pasó a hablar de Glyndebourne- y respeto ecológico se decidió su actual emplazamiento en la Plaza de Terreros, en pleno centro del pueblo. El solar, la antigua finca de Torrealta de algo más de siete mil metros cuadrados, poseía un desnivel que posibilitaba elevar una caja escénica y construir veinticinco mil metros cuadrados sin que el Monasterio se viese afectado.
Frente a otros equipamientos diseñados inicialmente como auditorios y transformados después en salas polivalentes, con las limitaciones que ello conlleva para los espectáculos líricos, desde un inicio se pensó en un teatro de ópera. En algún momento se ha hablado de la sinrazón de un teatro así en una localidad de tan reducida población, pero nunca se pensó exclusivamente en ésta sino en la proyección nacional e internacional de su nombre y en su proximidad -cincuenta kilómetros- a Madrid. San Lorenzo, limitado en su desarrollo económico por aspectos ecológicos, sólo puede evolucionar a través de proyectos turísticos, culturales o educativos. El nuevo teatro, como el ahora estancado proyecto de un parador, eran parte de una idea mucho más amplia que convertía a esta zona de la Sierra Norte en un foco de irradiación educativo-cultural.
Sobre el citado solar, junto al aparcamiento de Euroforum con capacidad para seiscientos vehículos, se ha edificado un complejo granítico en sus exteriores y de nogal oscuro -los teatro requieren intimidad- en sus interiores, que cuenta con todos los servicios propios de un teatro y dos salas: la grande para unas mil doscientas personas y la pequeña para trescientas. Desde el inicio del proyecto arquitectónico, cuyo coste se aproxima a los sesenta y cinco millones de euros, se contó -lo que no suele ser habitual- con la colaboración de un asesor técnico -José Luis Tamayo- y oro acústico -Vicente Mestres- que velaron los pasos del equipo de arquitectura encabezado por Ruben Picado. El complejo cultural se completa con la Villa Las Torres, un edificio rehabilitado a unos 300 metros del teatro que data de principios del siglo XX con componentes de Art Nouveau, donde se ha pensado habilitar una residencia para artistas y un centro de formación.
Un pinsapo, supuestamente centenario, ocupa un lugar de privilegio en el complejo. Mientras el terreno se vaciaba, se construyó un forjado alrededor del pinsapo para proteger sus raíces. El pinsapo queda hoy, después de ser tratado su stress vitamínicamente, envuelto por el teatro en una especie de jardín interior.
El primer festival ha sido promovido por la Consejería de Cultura de la propia CAM, aunque la gestión futura del centro se planea sacar a concurso, y se abrirá el día 3 de julio con un concierto, que se repetirá el día 5, a cargo de Ricardo Muti, con los solistas Barbara Frítoli, Sonia Ganassi y Ferruccio Furlanetto, los Coros y la Orquesta del Mayo Musical Florentino y un programa Verdi que incluye dos de la “Cuatro piezas sacras” y fragmentos de óperas de tema español, fundamentalmente “Forza del destino” y, como no podía ser de otra forma, “Don Carlo”.
Elliot Gardiner dirigirá entre ambos conciertos el “Réquiem” de Mozart con The English Baroque Soloists y el Monteverdi Choir. Giorgio Battistel dirigirá su propia ópera “Experimentum Mundi” los días 6 y 7 de julio y los 13 y 14 será Víctor Pablo con Enrique Pérez de Guzmán, Silvia Torán y la Orquesta Sinfónica de Galicia quienes interpretarán obras de Mozart, Martín y Soler y Arriaga. El 18 de julio llegará al Escorial “La notte e il giorno, la guerra e l´amore” de Monteverdi con Rinaldo Alessandrini y el Concierto Italiano. La Orquesta de París, con Christophe Eschenbach a la batuta, ofrecerá el 19 el “Sigfrido” de Wagner en versión de concierto. El último de los conciertos sinfónicos, el día 25, correrá a cargo de José Ramón Encinar y la Orquesta y Coro de la CAM.
Uno de los momentos más esperados llegará con las tres representaciones – días 20, 22 y 24- de “La Flauta Magica” con Colin Davis dirigiendo a la London Symphony y regia de Danielle Abbado. El Royal Ballet del Covent Garden ofrecerá el “Romeo y Julieta” de Prokofiev, con Tamara Rojo entre los solistas, los días 7, 8 y 9. El festival se cerrará con una producción de “La Verbena de la Paloma” proveniente del Hebbel Theater de Berlín, con Miguel Roa y los conjuntos de la CAM, los días 30, 31 y 1 de agosto. Gonzalo ALONSO
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