CONVULSION EN EL COLISEO MADRILEÑO / El director belga propone convertir el director musical en un puesto rotatorio bajo la supervisión de Sylvain Cambreling / Miguel Muñiz y Gregorio Marañón sellaron el acuerdo en París
EL MUNDO, 27 noviembre
El Teatro Real ficha a Gérard Mortier para ganar proyección internacional

DARIO PRIETO

MADRID.- La apresurada búsqueda de un equipo sucesor para la dirección artística y musical del Teatro Real culminó ayer con un «final feliz», en palabras de Miguel Muñiz, director general del coliseo madrileño. Finalmente, Gerard Mortier será el director artístico del Real a partir de 2010, tal y como ya adelantó este diario. El director belga sucederá a Antonio Moral, que el pasado 18 de septiembre anunció que no renovaría su contrato a la finalización de éste, el 1 de septiembre de 2010. Moral siguió de este modo los pasos de Jesús López Cobos, director musical del Teatro Real, quien también anunció su marcha el 4 de septiembre, iniciando una pequeña crisis que ayer se dió por cerrada.
López Cobos denunció en su momento la «poca claridad» por parte de la dirección en tratar el tema de su renovación. Dos semanas después Antonio Moral también renunció a la renovación de su contrato. «El Teatro Real no tiene proyecto de futuro conmigo y se ha producido una falta de confianza hacia mi gestión», manifestó el director artístico a EL MUNDO.

Las turbulencias volvían a zarandear el templo lírico madrileño, apenas pocos meses después de que el nombramiento como presidente del Patronato del Real de Gregorio Marañón y Bertrán de Lis bajo la aplicación del código de buenas prácticas se anunciase como el final de la etapa de nombramientos y destituciones condicionadas a cambios políticos.

Inmediatamente después al anuncio de Moral y López Cobos, empezó el baile de nombres. Se habló del joven prodigio Daniel Harding como director musical y del regreso de Stéphane Lissner a la dirección artística. Sin embargo, el pasado 9 de noviembre EL MUNDO anunció la disponibilidad de Mortier. El actual director de la Opera de París, que permanecerá en el cargo hasta 2009, ya había sido tanteado por el Real el pasado mes de junio en el aeropuerto de Barajas. Sin embargo, Mortier estaba comprometido con la New York City Opera. Pero he aquí que la crisis económica dejó un presupuesto paupérrimo para los planes del director belga y éste renunció a su compromiso con Nueva York.

Mortier estaba a tiro, pero aún había un escollo importante que superar: «No habló español», manifestó telefónicamente a este periódico, esgrimiendo este argumento como básico para enfrentarse al coliseo madrileño. Además, entre los círculos operísticos es conocida su predilección por Barcelona frente a Madrid.

Aún así, el pasado martes viajaron hasta París el director del INAEM del Ministerio de Cultura, Juan Carlos Marset, y el consejero de cultura de la Comunidad de Madrid, en representación de las dos instituciones responsables del Teatro Real. Mortier celebraba su cumpleaños en la Opera de París y, un día después, llegaron a la capital francesa Miguel Muñiz y Gregorio Marañón para ultimar el acuerdo. Según explicó a EL MUNDO este último «la consumación del acuerdo se ha producido después de un día de negociaciones serias y conjuntas de todos los términos». Según el presidente del patronato, «el acuerdo ha sido absoluto» y Mortier está «encantado e ilusionadísimo» con el proyecto.

Por su parte, Muñiz declaró a este periódico que Mortier es «una figura importantísima» dentro del panorama musical actual y que cree que considera «seguro» que el director belga «proporcionará al Teatro Real una proyección internacional, sin menoscabo alguno de la actual dirección artística y musical». Para Muñiz, es destacable que, en tan sólo 12 años -«una vida corta»-, el Real pueda contar con un nombre como el de Mortier. También destacó que el actual director de la Opera de París se ha adaptado a las condiciones propuestas por el centro madrileño, de igual modo que el Real se ha adaptado a la política de Mortier de que el director musical sea un puesto rotatorio, bajo la mirada de Sylvain Cambreling. «Finalmente hemos optado porque la figura principal sea la del director artístico, y que sea éste el que determine el musical. Respetamos la idea de Mortier y también López Cobos y Moral están de acuerdo».

Mortier iniciará su colaboración con el Real con plena dedicación a partir de enero de 2010. De este modo, dispondrá de tiempo para que Moral le pase el relevo… y para mejorar su español.

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LA SECUENCIA DE LA CRISIS
La dimisión: Jesús López Cobos anunció el 4 de septiembre que no renovaría su contrato como director musical.

La secuela: Dos semanas después, Antonio Moral también anunció que no renovaría como director artístico en 2010.

Las cábalas: Se barajaron los nombres de Daniel Harding y Stéphane Lissner como posibles sucesores.

La señal: A principios de noviembre, Gérard Mortier, quien dejará su cargo en la Opera de París en 2009, anunció que se desvinculaba de la Opera de Nueva York y se ponía así a tiro.

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De la frustración de Bayreuth a la ‘redención’
Antes de intentar el salto a las Américas y de aceptar la oferta madrileña, Gérard Mortier se vio envuelto en una extraña polémica. El director belga y Nike Wagner, biznieta del compositor Richard Wagner y responsable del Festival de las Artes de Weimar, presentaron una candidatura conjunta para dirigir el prestigioso festival wagneriano de ópera de Bayreuth.

Esta candidatura, presentada durante el pasado mes de agosto rivalizaba con la única presentada anteriormente, la de las hermanastras Eva Wagner-Pasquier y Katharina Wagner, hijas del Wolfgang Wagner, nieto del compositor y director vitalicio del certamen. En un principio, Wolfgang Wagner había elegido a su segunda mujer, Gudrun, como sucesora del emporio familiar. Sin embargo, ésta murió en 2007.

Finalmente, Eva y Katharina se llevaron el gato al agua, frustrando el proyecto de Mortier para ponerse al frente de una de las mayores citas de la música clásica en el ámbito internacional.