El verano en su salsa
Hasta hace poco hemos creído que en verano se paraba todo y pasaban pocas cosas –los accidentes de carretera, las pieles quemadas al sol, las picaduras de fanecas o medusas, los polvos en la playas o en las montañas, etc- pero ya no. Ahora sí pasan cosas y si no lean.
El nuevo ministro de cultura continúa desmontando el equipo anterior montado por su propio partido, haciendo honor al artículo de Gonzalo Alonso “Equipos” y al próximo que se publicará “Equipos y amigos”. Tras el director general del INAEM le ha llegado el turno al responsable de la Sociedad Estatal para Conmemoraciones Culturales. José García-Velasco ha sido apartado de uno de los cargos mejor remunerados.
Obviamente también habrá cesado Jaime Guerra, jefe de gabinete con José Antonio Campos, pero con lo que quizá el nuevo ministro no contase es con la salida del subdirector del INAEM, Antonio Hidalgo, quien se ha marchado al ayuntamiento de Las Palmas con Jerónimo Saavedra, quien antes parece haber “tocado” a Javier Casal, pero Casal no quería alejarse de su Valencia. Quizá le pase lo que a unos cuantos, que aún no ha cobrado su colaboración en el ciclo de conferencias y encuentros. Decían que se pagaba a los cuatro meses, pero hay quien lleva seis esperando. Así no habrá forma de que encuentren a nadie para que vaya la próxima temporada. Desde luego yo no, ni con antifaz. En cambio Patrick Alfaya parece que dejará la Orquesta de la Ciudad de Barcelona para incorporarse al Palau de les Arts valenciano. Eso es al menos lo que Helga Schmidt da por seguro, pero que se ande con ojo porque le puede pasar lo mismo que con “El barberillo de Lavapiés” de la Zarzuela.
Juan Marset, nuevo director del INAEM, parece temer que en esta página se publique todo cuanto sobre él se publicó en la prensa local andaluza y anda haciendo preguntas más que inútiles a unos y otros. Don Juan, pregúnteme a mí, envíeme un email y se lo cuento.
También se parece que se va Cristina Thomas, sin que haga un año al frente del Auditorio Nacional. Prosigue su carrera, en opinión de quienes la han tratado en cada sitio, sin realizar prácticamente ninguna labor en cada puesto de trabajo. Que pregunten en el Ministerio de Agricultura o en el Instituto Oceanográfico. Desde luego en el Auditorio no se molestó ni en conocer a los críticos musicales y, para colmo, quería cerrar domingos y lunes, además de abrir para un solo concierto al día en cada sala.
Entre tanto cambio y ajeno a ellos, Plácido Domingo ha terminado de grabar su cd dedicado a la copla, por el que ha recibido la felicitación en persona de alguna conocida cantante del género. Algunos arreglos corresponden a Emilio Aragón.
Y el Escorial sigue su peculiar festival de este año, en el que con demasiada frecuencia hay excusas para trasladar al público de la sala grande a la pequeña: que si los deseos de intimidad de los artistas, que si una avería del aire acondicionado… cuando la única verdad es que sería patético la visión desde el escenario de una sala de mil cien localidades con sólo ciento cincuenta ocupadas.
Seguiré con Bayreuth, Salzburgo, Pésaro, etc.
BECKMESSER