EL ELECTRIZANTE “FIDELIO” DE JUANJO MENA EN MANCHESTER

BBC Philharmonic

BEETHOVEN: “Fidelio”. Rebecca von Lipinski, Stuart Skelton, Stephen Richardson, Detlef Roth. Coro de la Sinfónica de Londres, Orquesta Filarmónica de la BBC. Dir,: Juanjo Mena. Bridgewater Hall, Manchester, 18-22 de mayo de 2015.

A escasos días de la nueva producción escénica del “Fidelio” beethoveniano en el Teatro Real, Juanjo Mena (Vitoria, 1965) ha dirigido en versión de concierto una trepidante interpretación de la obra en esa magnífica sala de conciertos, una de las mejores de Europa, que es el Bridgewater Hall de Manchester, sede de la segunda orquesta de la BBC, la Filarmónica, cuya titularidad ostenta el maestro español desde 2011. Mena ha gozado de rara unanimidad entusiasta de la crítica británica, que ha hablado de “producción del más alto voltaje” y de “versión estelar”. Con tiempos ligeros, vibrantes, Mena hizo una muy juiciosa selección de las partes habladas y asumió la opción más coherente, prescindir –como hacía Karajan, por ejemplo- del intercalado de la obertura “Leonora nº 3” entre las dos escenas del Acto II, y pasar, por tanto, del dúo “Oh, innombrable alegría” al exultante final de la obra. La respuesta de la orquesta se ajustó a la intensidad demandada por el director, y, paradójico, sólo se produjo alguna tosquedad del metal en la obertura de la composición.

Mena contó con un excelente conjunto vocal, encabezado por un valentísimo “Florestán”, el tenor australiano Stuart Skelton, que arrancó su parte, al inicio del Acto II, con un osado ‘pianissimo’ sobre el inmisericorde Sol agudo de la palabra “Gott!” (¡Dios!”) para ascender al ‘forte’, aunque a punto estuvo de romper la nota, pero su arrojo tuvo bemoles; toda su prestación hizo gala de grandeza y coraje. La británica Rebecca von Lipinski, quizá de tesitura más liviana que lo habitual en una “Leonora”, tuvo, sin embargo, un cometido impecable, de temperamental fuerza dramática en la escena de la mazmorra y negociando con precisión la Coda de su “Abscheulicher!” (“¡Abominable!”) al rápido ‘tempo’ de Mena. El barítono germano Detlef Roth, un habitual de Bayreuth, fue un “Pizarro” siniestro, sí, pero cargado de extraña nobleza en ciertos momentos. El bajo Stephen Richardson compuso un severo y creíble “Roco”, y la pareja “Marcellina/Jaquino”, Lucy Hall y Benjamin Hulett cantó con exquisitez no siempre usual en estos personajes. El coro de la Sinfónica de Londres entonó maravillosamente el canto de los prisioneros de la primera parte e hizo una exhibición de potencia y contundencia en la última escena. Juanjo Mena se ha apuntado con este trabajo un incontestable éxito en un género que, por desgracia, no frecuenta, la ópera, y ha revalidado su sólida posición en el panorama de la música inglesa. José Luis Pérez de Arteaga