“Elias” desde el academicismo
70º Quincena Musical de San Sebastian
“Elias” desde el academicismo
“Elias” de Mendelssohn. Coros de la Academia Chigiana y Collegium Vocale Gent. Orquesta de los Campos Elíseos. S. Santurova, C.Stotijn, M.Schmitt, F.Boesch. P. Herreweghe, director. Auditorio Kursaal. San Sebastian, 1 de septiembre
“Elias”, que es uno de los más importantes oratorios románticos del XIX, no es obra que se programe con frecuencia. Sin embargo, por esas cosas incomprensibles de la vida, acaba de escucharse en Santander y San Sebastian con plantillas totalmente diferentes y con apenas cinco días de diferencia. No sólo eso, sino que el Orfeón Donostiarra lo ha cantado en Santander y no en San Sebastian, donde se ha recurrido a la suma de dos corales reducidas, la de la Academia Chigiana y el Collegium Vocale Gent, con un total de cuarenta cantores. Resulta un tanto discutible, al margen de los resultados artísticos, que en tiempos de crisis y financiados mayoritariamente con fondos públicos no exista una mayor coordinación entre dos festivales tan próximos en tiempo y espacio.
Si la versión santanderina de Victor Pablo se decantó por la magnificencia romántica, la de Herreweghe donostiarra prefirió abordar la partitura desde el concepto historicista y el enfoque prerromántico algo academiscista, con apenas cincuenta atriles. ¡Qué lejos de aquel estreno en Birmingham de 1846, con cuatrocientos músicos sobre el escenario! Herreweghe hizo hincapié en la claridad y transparencia de texturas, en la precisión y en la incisividad más que en el vuelo y aliento románticos. El bajo protagonista Florian Boesch, aparte de quedar corto en las agilidades, se lució más en los recitativos autoritarios y contundentes que en los pasajes más íntimos, como el precioso “Es ist genug” -“Ya basta”-, digno heredero del “Ich habe genug” bachiano y para nada indicativo del final de la amplia obra de dos horas, muy influenciada también por Haendel. Cumplieron el tenor Maximilian Schmitt y la soprano Simona Santurova, cuyo color recordaba bastante al de Joan Sutherland a causa de la colocación vocal. Menos acertada Christiane Stotijn, contralto de voz limitada y poco timbrada. Sobresaliente para la soprano del coro en el papel del niño y notable para las solistas que se incorporaron a soprano y contralto en el cuarteto femenino y las que cantaron el trío a capella.
Coros y orquesta lucieron las calidades que esperaba el público, que aplaudió con entusiasmo, aunque no tanto como en el “Israel en Egipto” de Gardiner. Éste oratorio y “Elias” han resultado apuestas triunfadoras. Gonzalo Alonso
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